El encuentro, marcado por tensiones y medidas de seguridad extremas, permitió a Zambada abrirse sobre aspectos íntimos de su vida. Con una estatura imponente de 1.80 metros y un cuerpo robusto, confesó que en cuatro ocasiones estuvo cerca de ser capturado. Su mayor temor, sin embargo, era terminar tras las rejas. “Tengo pánico de que me encierren. No sé si tuviera los arrestos para matarme. Quiero pensar que sí, que me mataría. Yo me dedico a la agricultura y a la ganadería, pero si puedo hacer un negocio en los Estados Unidos, lo hago”, afirmó Zambada durante la entrevista.

La vida de ‘El Mayo’ Zambada en las sombras 

Durante la conversación, el líder del narcotráfico, conocido por su discreción y su habilidad para evitar la justicia, reveló detalles sobre su vida en las sombras, alejada de los reflectores y las autoridades. Zambada discutió su vida familiar, sus huidas del Ejército en el monte, y su constante inquietud por el futuro. Su familia se mantiene resguardada en ranchos, y su lealtad a sus raíces en el monte sigue siendo un aspecto central de su existencia.

La entrevista culminó con una fotografía que inmortalizó el encuentro entre Zambada y Scherer. Aunque Zambada prefirió usar un sombrero para preservar su identidad, accedió a posar con una gorra mientras uno de sus guardaespaldas capturaba la imagen que confirmaba la reunión. En un momento de vulnerabilidad y sinceridad, “El Mayo” Zambada expuso sus temores más profundos y su constante lucha por mantenerse libre, revelando así la fragilidad detrás de la máscara de poder y control que caracteriza a los líderes del narcotráfico en México.

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