A 18 años de la explosión en la mina de Pasta de Conchos, en Coahuila, las familias de los 63 mineros que quedaron atrapados siguen exigiendo verdad y justicia. Tras ser informados oficialmente el miércoles sobre el hallazgo de restos humanos en el lugar de la tragedia, por parte del Gobierno de México, las familias tienen sentimientos encontrados, según reveló Cristina Auerbach, defensora de derechos humanos de las familias de los mineros.

Auerbach señaló que aunque no hay confirmación de que los restos encontrados pertenezcan a las 13 personas que aún están desaparecidas, el descubrimiento de un fémur, una cadera y una bota, indican la necesidad de continuar con la búsqueda.

Exigen conocer la verdad sobre el caso

La noticia del hallazgo de restos fue recibida con agridulce por las familias, reveló Auerbach, ya que si bien confirma sus sospechas, también les recuerda el largo camino de sufrimiento y lucha que han enfrentado. Además, expresó que este descubrimiento podría ser el primer paso hacia la justicia que tanto anhelan.

En ese sentido, la activista hizo hincapié en la importancia de la verdad para alcanzar la justicia en este caso, e instó a mantener la presión sobre los responsables, incluyendo a Grupo México, empresa del magnate Germán Larrea, que ha sido criticada por su falta de responsabilidad ante esta tragedia.

Además, la activista anunció que el presidente Andrés Manuel López Obrador se reunirá con las familias en la mina Pasta de Conchos el próximo viernes 14 de junio, en un intento por cumplir con sus promesas de recuperar los restos de los mineros.

¿Qué exigen las familias?

Las familias de los mineros fallecidos emitieron un comunicado a través de la organización «Familia Pasta de Conchos», en el que piden un rescate seguro de los cuerpos y recuerdan la promesa del presidente López Obrador de rescatar a los 63 mineros.

También expresaron su deseo de que se establezca una representación de las familias en las obras de búsqueda para asegurar transparencia y evitar rumores y desinformación.

Auerbach también señaló que las familias desean creer que se abrirá una nueva etapa en la búsqueda de los mineros.  Sin embargo, resaltó la importancia de que la Fiscalía esté presente en todo momento durante los trabajos para asegurar la transparencia y la justicia.

¿Qué ocurrió en la mina Pasta de Conchos?

El accidente en la mina sucedió hace 18 años. Según Auerbach, en el momento de la explosión, las operaciones estaban detenidas, esto provocó que los trabajadores migraran a zonas más seguras para comer y descansar.

«Los trabajadores se trasladan a espacios más seguros y limpios para sus momentos de descanso y alimentación, no necesariamente estaban en las áreas de trabajo. Esta situación ha complicado la búsqueda, dado que los mineros no se encontraban en sus sitios de trabajo habituales. Por esta razón, las familias exigen que se explore en esos lugares en busca de los 63 mineros desaparecidos», resaltó Auerbach.

Desde el 6 de junio, los empleados de la mina informaron sobre el descubrimiento de los restos. Dos días después, se utilizó una cámara especial para acceder a una puerta a 130 metros de profundidad, donde se localizaron los restos.

La Fiscalía de Coahuila comenzó con los protocolos para identificar a los cuerpos. Se anticipa que este proceso será extenso y complejo, debido a las peligrosas condiciones de la mina.

AMLO sobre descubrimiento de restos

Tras el descubrimiento, López Obrador afirmó que el hallazgo de restos humanos en la mina Pasta de Concho es solo el inicio de un largo proceso de rescate que busca traer justicia para las víctimas del derrumbe.

«Esto es apenas el inicio. No sabemos qué nos depara en las profundidades de la mina, pero estamos comprometidos a llevar a cabo este proceso con respeto y dignidad hacia las víctimas y sus familias. Ojalá tengamos suerte en esta difícil tarea», expresó.

El presidente también hizo referencia al anuncio conjunto realizado por la Secretaría de Gobernación, la Secretaría del Trabajo y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre el hallazgo de los primeros restos humanos a 146 metros de profundidad en la mina. Según las autoridades, no se encontraron evidencias de una explosión en la zona, contradiciendo las versiones previas sobre la causa del derrumbe.

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