El Gobierno de México anunció la expropiación de 113 terrenos, abarcando más de 456,000 metros cuadrados en cinco estados, para la construcción del Tren Maya.

El decreto, firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y publicado en el Diario Oficial de la Federación, justifica la medida ‘por causa de utilidad pública’. Estos terrenos serán entregados al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), responsable del proyecto del Tren Maya.

Las áreas expropiadas se encuentran en los municipios de Palenque (Chiapas); Emiliano Zapata y Balancán (Tabasco); Candelaria, Escárcega, Champotón, Campeche, Hecelchakán y Tenabo (Campeche); Kanasín e Izamal (Yucatán); y Tulum, Solidaridad y Othón P. Blanco (Quintana Roo). Fonatur solicitó la expropiación para la construcción de los tramos 1, 2, 3, 5, 6 y 7 del proyecto durante el año 2023.

Aunque el decreto no revela la indemnización que recibirán los propietarios ni proporciona detalles sobre una evaluación del valor comercial por parte del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) u otra instancia, representa un paso clave para avanzar en el ambicioso proyecto del Tren Maya.

El Tren Maya es una de las iniciativas prioritarias del presidente López Obrador, que busca construir más de 1,500 kilómetros de vía férrea en cinco estados del sureste del país: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Desde su inicio, el proyecto ha estado envuelto en controversias, con críticas de organizaciones nacionales e internacionales, así como de activistas, preocupados por el posible impacto negativo en los derechos humanos de los pueblos indígenas mexicanos y en el medio ambiente.

Las preocupaciones se centran en la tala masiva de árboles, la contaminación de ríos subterráneos y la destrucción de cenotes de aguas dulces, además del daño al patrimonio natural y arqueológico. Esto ha llevado a la presentación de amparos y a demandas para suspender las obras en varios tramos del Tren Maya.

A pesar de las críticas, el presidente López Obrador y su gobierno han argumentado que la construcción del tren facilitará el transporte de mercancías y la movilización de personas, así como impulsará el desarrollo socioeconómico y turístico de la región.

El inicio de la venta de boletos para el primer viaje del tren, programado para el 16 de diciembre desde la Estación San Francisco Campeche hasta Cancún, marcó un hito en el proyecto, aunque solo cubrirá un tramo inicial.

El proyecto del Tren Maya sigue generando debates intensos sobre el equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación ambiental, así como los derechos de las comunidades locales. La expropiación de terrenos es un paso más en la implementación de este megaproyecto que busca transformar la conectividad y el turismo en la región sureste de México.

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