El proyecto del Tren Maya, impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, avanza a paso firme con la expropiación de 77 terrenos adicionales en el sureste de México. Con el objetivo de ampliar la construcción de este ambicioso proyecto ferroviario, el Gobierno ha determinado «por causa de utilidad pública» que estos terrenos sean destinados a la construcción del tramo 2 del Tren Maya.
La expropiación fue anunciada a través de un decreto firmado por AMLO y publicado recientemente en el Diario Oficial de la Federación (DOF). En total, se expropiaron 215,171.16 metros cuadrados de terrenos ubicados en los municipios de Escárcega, Champotón y Campeche, en el estado de Campeche.
Los terrenos ya tenían dueños
Estos terrenos pertenecían a propietarios privados y ahora serán entregados al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), encargado de llevar a cabo el proyecto del Tren Maya. Estos terrenos serán utilizados para la construcción de obras de infraestructura ferroviaria y para la operación del propio tren.
El avalúo del valor comercial de estas superficies será realizado por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin). Fonatur y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) serán responsables de cubrir esta indemnización a los propietarios como compensación por la expropiación.
El Tren Maya es uno de los proyectos prioritarios del gobierno de López Obrador y busca impulsar el desarrollo socioeconómico y turístico de la región sureste de México. Con una extensión de más de 1,500 kilómetros de vía férrea, el tren recorrerá los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
La megaobra es duramente criticada
Sin embargo, desde el inicio de su construcción, el proyecto ha enfrentado críticas por parte de organizaciones nacionales e internacionales, así como de activistas, que expresan su preocupación por el posible impacto negativo en los derechos humanos de los pueblos indígenas y en el medio ambiente. La tala de miles de árboles y la posible contaminación de ríos subterráneos y cenotes son algunas de las principales preocupaciones.
A pesar de las críticas, el gobierno argumenta que el Tren Maya impulsará el desarrollo de la región y permitirá la movilización de personas y mercancías de manera más eficiente. Se espera que la totalidad de la obra sea inaugurada el próximo 29 de febrero de 2024, cumpliendo así con el cronograma establecido.