En videos obtenidos a través de cámaras de videovigilancia de la Terminal de Autobuses de Toluca, se observa la persistente presencia de motorratones en la zona. Estos delincuentes, que circulan en motocicleta y opera en parejas compuestas por dos hombres o una mujer y un hombre, se dedican a vigilar, acechar y posteriormente asaltar a los transeúntes desprevenidos.
Odilón López Nava, presidente de la Cámara de Autotransporte, Pasaje y Turismo (Canapat) en Valle de Toluca, denunció en múltiples ocasiones esta problemática y señaló que, a pesar de los intentos por mantener el orden, los elementos de seguridad municipales destinados a la Terminal de Autobuses y el Mercado Juárez están siendo «rebasados» por los grupos de delincuentes.
La Terminal de Autobuses de Toluca es nido de motorratones
Nava también resaltó que el comercio ambulante sigue sin ser retirado del área, y de acuerdo con los locatarios, esto brinda amparo a carteristas, asaltantes de celulares y otros objetos, quienes aprovechan esta situación para cometer sus fechorías.
Además, se han registrado otros tipos de robos. Por ejemplo, una modalidad consiste en que una mujer de la tercera edad simula padecer una enfermedad o desmayarse, mientras un grupo de delincuentes se acerca para «ayudarla». Una vez que las personas que intentan auxiliarla están distraídas, estos maleantes les arrebatan sus pertenencias. También se han reportado casos de tumultos falsos, donde grupos de hasta 10 o 15 personas simulan un caos para aprovechar la confusión y robar dinero, carteras, teléfonos móviles y cualquier objeto de valor a los transeúntes.
Nava dice que a pesar de las constantes denuncias, la administración municipal de Toluca no está cumpliendo con sus responsabilidades en la lucha contra la delincuencia, lo cual está generando un aumento en la inseguridad de la zona. También asegura que algunos de los motociclistas captados en las grabaciones son los mismos responsables del cobro de derecho de piso, quienes extorsionan a los ambulantes y los colocan en dicha ubicación.
Los usuarios del transporte público y los locatarios que operan en la zona coinciden en que la presencia de motorratones y carteristas ha incrementado hasta en un 30%. Denuncian la falta de ayuda por parte de las autoridades municipales y expresan su desconfianza hacia los verificadores e inspectores, quienes parecen hacer «vista gorda» ante la situación. Esta falta de apoyo ha llevado a un estado de asfixia para los locatarios, quienes ven cómo su clientela disminuye debido al miedo que siente la gente.