La crisis en el sector hotelero de Culiacán es cada vez más alarmante, con una pérdida de más de 100 millones de pesos desde el pasado 9 de septiembre a la fecha debido a la baja demanda turística y la ola de violencia que azota la ciudad.

Juan Manuel de las Rivas Flores, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Culiacán, ha señalado que los hoteles y moteles están al borde del cierre, luchando por cubrir los costos fijos del gasto operativo y enfrentando números rojos.

La ocupación hotelera ha caído drásticamente, alcanzando un preocupante 22% en comparación al año pasado, lo que se traduce en una ocupación de alrededor de mil 620 habitaciones de las 3 mil que existen en la ciudad.

Esto ha obligado a los hoteles a recortar un 30% de alrededor de 3 mil trabajadores de todos los establecimientos, generando una pérdida laboral considerable.

Juan Manuel de las Rivas también ha alertado sobre el riesgo de cierre de algunos hoteles, como el caso del hotel Ramada que tuvo que cerrar y cambiar su operación al Wyndham, así como el hotel San Marcos que se vio obligado a cerrar una torre completamente. La falta de demanda ha obligado a otros hoteles a cerrar pisos enteros, lo que refleja la difícil situación que enfrenta el sector en la ciudad.

Además, la presidenta de Coparmex Sinaloa, Martha Reyes Zazueta, ha señalado que la crisis de violencia en la región podría representar una pérdida de al menos 18 mil millones de pesos y 25 mil empleos para finales de año. Esto pone en peligro la existencia de las pequeñas y medianas empresas, que son el motor de la economía local y generan el 52% de los ingresos según estadísticas del gobierno federal.

Por su parte, el presidente de la Unión de Locatarios del Centro de Culiacán, Óscar Sánchez Beltrán, ha confirmado el cierre de más de 100 negocios en el centro de la ciudad para el próximo año, lo que refleja la grave crisis económica que atraviesa la región.

Ante esta situación desesperada, los hoteleros de Culiacán han solicitado apoyo y condonación de impuestos por parte de los gobiernos municipal, estatal y federal, pero hasta el momento no han recibido ninguna respuesta positiva.

Los pagos de prestaciones como el aguinaldo también están en riesgo, lo que podría desencadenar demandas y negociaciones de pago con los trabajadores en los próximos meses.

La baja demanda turística y la crisis de violencia en Culiacán están llevando a los hoteleros al borde de la bancarrota, con cierres inminentes y pérdidas millonarias que amenazan la estabilidad económica de la región, es por ello que urgen medidas de apoyo y soluciones concretas para evitar un colapso total en el sector hotelero y empresarial de la ciudad.

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