La vida, al parecer, es un campo de batalla. Hay mañanas en las que luchas solo por levantarte y noches que pasas peleando guerras invisibles en tu corazón.

Hay días en los que te sientes tan aterrorizado que rompes en llanto, sin ningún lugar a donde ir y sin nadie con quien hablar. La vida puede volverse tan pesada que todo parece imposible. A veces, solo quieres rendirte. 

Pero te digo, lucha.

Lucha por el futuro. Sepan que este no es el final, por favor no dejen que lo sea. Ten fe que Dios tiene algo reservado para ti y que todo lo que estás pasando te está moldeando y fortaleciendo. 

Sé que tienes tantas preguntas, presiona para que tengas la oportunidad de conocer las respuestas. Ten paciencia y ten coraje. En algún lugar más allá de lo que puedes ver, algo maravilloso te está esperando. 

Luchar por amor. Piensa en tu mamá, que llama todos los días para asegurarse de que estás bien. Tu papá, que trabaja tan duro para darte la mejor vida. 

Piensa en tus hermanos, que te admiran y quieren ser como tú. Piensa en tus amigos y tus seres queridos. Piensa en las personas que te aman, que te hacen sonreír, que quieren verte triunfar. 

No se darán por vencidos contigo, así que por favor, espera.

Lucha porque el mundo te necesita. Necesita a alguien que haya sido fortalecido por la adversidad y la lucha. Te necesita a ti, que has pasado por mucho pero aún así te las arreglas para seguir siendo amable y compasivo. 

Usa el dolor que has experimentado para ayudar a sanar a otros. Ves gente rindiéndose todos los días, defiéndelos. Cuando todo parezca oscuro, elige ser la luz. Deja que el mundo vea lo que puedes dar.

Y por último, lucha, porque tú lo vales. Eres una obra de arte, y tus cicatrices solo te hacen más hermosa. 

Niégate a dejar que nada te diga lo contrario. Usa tu fe como tu arma y tu corazón como tu brújula. Eres un guerrero, y puedes ganar esto.

Ahora, abre los ojos. Respirar. Levántate y LUCHA.