El robo de identidad médica es un tipo de fraude que consiste en usar los datos personales y de seguro de salud de otra persona para obtener servicios o productos médicos de forma ilegal, o para presentar reclamaciones falsas ante el proveedor de seguro. Este delito puede afectar la salud y el bolsillo de las víctimas, así como la calidad y el costo de los servicios de salud en general.

Según la Policía Cibernética de la Ciudad de México, el robo de identidad médica se produce cuando un tercero sufre el hurto de su información personal, como nombre completo, número de seguridad social o número de cuenta del seguro de salud. Con estos datos, los ciberdelincuentes pueden exigir atención médica, pedir medicamentos con receta, comprar dispositivos de uso médico, hacer reclamaciones ante el seguro o incluso abrir otra línea de atención de salud.

Los ciberdelincuentes pueden obtener esta información mediante estafas por teléfono, mensaje, correo electrónico o redes sociales, haciéndose pasar por el banco o el proveedor de seguro y solicitando datos personales para validar una operación, otorgar un premio o un beneficio. También pueden acceder a los registros médicos electrónicos (ERH) si estos no están debidamente protegidos.

Las consecuencias del robo de identidad médica pueden ser graves para las víctimas

Algunas pueden ser  recibir facturas por servicios médicos no recibidos, tener información incorrecta en su expediente médico, ver afectado su historial crediticio por adeudos desconocidos, perder su cobertura de seguro o ser negados a recibir atención médica por padecimientos que no tienen.

De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), se atendieron 802 reclamaciones por posible robo de identidad médica en los primeros cuatro meses de 2021, lo que representa una reducción del 33.4% respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, este delito sigue siendo una amenaza latente para los usuarios de servicios financieros y de salud.

Para prevenir el robo de identidad médica, la CONDUSEF recomienda revisar el resumen de los gastos médicos, corregir cualquier error en el registro médico, proteger el número de seguridad social e información del seguro médico, pedir un número de reemplazo si se pierde la tarjeta, triturar los documentos médicos antes de desecharlos, mantenerse al tanto de los registros médicos y no proporcionar información personal por teléfono o mensajes.

Si sufren el robo de identidad médica, deben contactar al seguro y denunciarlo con la policía cibernética, también pueden solicitar una acción de defensa a la CONDUSEF para resolver el conflicto con la entidad financiera involucrada.

El robo de identidad médica es un problema global que afecta a millones de personas cada año. Según una encuesta realizada en 2013, esta actividad aumentó casi 20% respecto a un año anterior. Además, según otro estudio realizado en 2023, el 27% de las violaciones de datos estaban relacionadas con los registros médicos en 2017 y el 65% de las víctimas necesitaron casi $13,500 para pagar sus cuentas fraudulentas.

Por ello, es importante estar alerta y proteger la información personal y médica para evitar ser víctimas de este delito que pone en riesgo la salud y el bolsillo.

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