En breve… El Gobierno de México emitió un decreto que ofrece incentivos fiscales a empresas que decidan ubicar su producción en el país en el contexto de la relocalización de cadenas de valor o «nearshoring».

A profundidad: 

• Estos incentivos fiscales, que abarcan deducciones de impuestos que oscilan entre el 56 % y el 89 %, aplicarán a inversiones realizadas durante los años 2023 y 2024, asimismo el beneficio fiscal se dirige a empresas que se dedican a la producción y exportación de diez categorías específicas.
• De acuerdo con Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, las áreas incluidas en este decreto comprenden componentes electrónicos, semiconductores, baterías, motores, equipo eléctrico o electrónico, fertilizantes, productos farmacéuticos, agroindustria, instrumentos médicos y la industria cinematográfica.
• Las deducciones fiscales varían según el tipo de bienes, alcanzando un máximo del 89% para artículos como dados, troqueles, moldes, matrices y herramientas, así como para la maquinaria y equipo utilizados directamente en la investigación de nuevos productos o el desarrollo de tecnología en el país.
• Además, establece una deducción adicional del 25% durante un período de tres años para cubrir los gastos de formación y capacitación de los trabajadores, con un enfoque en el desarrollo de su capital humano, según explicó Yorio.

Mientras tanto: 

• El fenómeno del «nearshoring» ha cobrado fuerza, especialmente después de la pandemia de la COVID-19, ya que las empresas han optado por reubicar sus cadenas de producción desde otras regiones, en particular desde Asia, para acercarlas a sus principales mercados de consumo, como Estados Unidos.
• Los bancos y las instituciones financieras están de acuerdo en que México se encuentra entre los países más beneficiados por su proximidad a Estados Unidos y la guerra comercial que este último mantiene con China.
• De acuerdo con estimaciones del Consejo de Empresas Globales (Ceeg), México podría aumentar su producto interno bruto (PIB) en hasta un 2,5% en los próximos seis años debido al «nearshoring» y alcanzar niveles de inversión extranjera directa (IED) de hasta 50.000 millones de dólares únicamente por este fenómeno.

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