Las autoridades enfrentan un obstáculo significativo en las investigaciones sobre el secuestro y rescate de migrantes venezolanos y hondureños en Tamaulipas, ya que los rescatados guardan silencio y se niegan a proporcionar detalles del incidente.
Joel Villegas González, Secretario General de Gobierno, informó que los afectados, quienes fueron liberados el miércoles después de haber sido secuestrados el 30 de diciembre, no han querido declarar sobre lo sucedido.
La falta de cooperación por parte de los migrantes complica la apertura de líneas de investigación que podrían llevar al paradero de los secuestradores.
A pesar de recibir atención médica, asistencia social y estar bajo resguardo del Instituto Nacional de Migración (INM), su reluctancia a compartir información está obstaculizando el avance de las pesquisas.
Se abrieron dos carpetas de investigación, una a nivel federal por la Fiscalía General de la República y otra estatal, con la esperanza de obtener detalles que permitan identificar y capturar a los responsables del secuestro.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Comisión de Búsqueda estuvieron presentes durante las diligencias.
Mientras tanto, se desplegaron 300 elementos de las fuerzas federales en Reynosa, Tamaulipas, para reforzar la seguridad en la región, especialmente después de este incidente.
Este refuerzo incluye 180 elementos del Ejército Mexicano y 120 de la Guardia Nacional, quienes llevarán a cabo operaciones para fortalecer el estado de derecho y garantizar la seguridad en la zona.
En un contexto relacionado, en Sonora, se llevó a cabo otro rescate de migrantes, donde 18 personas de diferentes regiones del mundo fueron liberadas de un motel en Santa Ana.
Las víctimas, provenientes de Sudamérica, Centroamérica, África y Asia, habían sido bajadas de distintos autobuses de pasajeros y estaban privadas de su libertad.
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