En Chiapas, elementos del Ejército Mexicano se vieron envueltos en un incidente en el tramo carretero Villa Comaltitlán-Huixtla. Según informes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los militares realizaban reconocimientos terrestres cuando detectaron una camioneta tipo pick up circulando a alta velocidad.

Al intentar detener al vehículo, los militares fueron recibidos con disparos, lo que ocasionó que dos de los elementos militares accionaran sus armas. En ese momento, lograron detener a una de las camionetas que acompañaban a la pick up. Tras acercarse al vehículo, los militares descubrieron que a bordo se encontraban 33 migrantes de diversas nacionalidades, entre ellos egipcios, nepalíes, cubanos, indios, pakistaníes y árabes.

El saldo de la trágica persecución fue devastador: cuatro migrantes fallecidos en el lugar, 12 heridos y 17 ilesos. En las horas siguientes al incidente, dos migrantes más perdieron la vida a causa de las heridas sufridas. Los 17 sobrevivientes fueron puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración para su debida atención y proceso legal.

Ante la gravedad de los hechos, los dos militares involucrados en el incidente fueron separados de sus funciones de forma inmediata. La Fiscalía General de la República ha sido informada del suceso y se espera que se realice una exhaustiva investigación para determinar las responsabilidades correspondientes.

Este trágico incidente se produce en un momento de controversia en torno a la Guardia Nacional, que recientemente pasó a estar bajo el mando de las Fuerzas Armadas. Las autoridades mexicanas han reiterado su compromiso con la protección de los derechos humanos y la seguridad de los migrantes que transitan por el país, prometiendo que este tipo de incidentes no quedarán impunes.

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