En una muestra de valentía y determinación, integrantes del Movimiento de Personas con Discapacidad salieron a las calles de la Ciudad de México para conmemorar el Día Internacional de las Personas con Discapacidad y exigir el respeto de sus derechos. Con pañuelos fosforescentes, símbolo característico de este movimiento, aproximadamente 100 personas, con diferentes discapacidades como auditivas, motrices o del habla, se unieron a esta marcha que busca visibilizar la diversidad y la inclusión en México.

La movilización comenzó en la Glorieta de las Mujeres que Luchan, desde donde los participantes entonaron consignas como “Muerte al capacitismo”, “Nuestra existencia no es una carga” y “No nacimos para escondernos”, para hacer un llamado a la sociedad y al gobierno a reconocer sus derechos y garantizar igualdad de oportunidades.

A lo largo de la marcha, los manifestantes estuvieron acompañados por voluntarios y personas solidarias con la causa, demostrando que la lucha por los derechos de las personas con discapacidad es una responsabilidad de toda la sociedad.

La marcha concluyó en el icónico Palacio de Bellas Artes, donde se instaló un escenario para llevar a cabo diversas presentaciones culturales, brindando un espacio de expresión y visibilización para las personas con discapacidad. Esta es la tercera vez que se realiza esta caminata, con el objetivo de demostrar que las personas con discapacidad también tienen derecho a tomar las calles y a disfrutar de las mismas oportunidades que cualquier otro individuo.

El lema elegido para este año fue «Derecho al trabajo en condiciones dignas», destacando la necesidad de una inclusión laboral real, donde las personas con discapacidad tengan igualdad de oportunidades y condiciones de trabajo. Se hizo hincapié en la importancia de garantizar salarios justos y espacios dignos para que estas personas puedan desarrollarse y crecer tanto profesional como personalmente.

Durante la caminata, se realizó un emotivo momento de silencio en solidaridad con las personas con discapacidad auditiva, permitiéndoles expresarse a través de lenguaje de señas y creando así una marcha aún más inclusiva para todos los asistentes.