Mujer denuncia a su exnovio por poner pastillas abortivas en bebidas
30/06/2024 - Hace 2 días en MéxicoMujer denuncia a su exnovio por poner pastillas abortivas en bebidas
CDMX.- Una mujer ha señalado a su expareja por violencia obstétrica. La denunciante afirma que el especialista en cirugía general intentó provocarle un aborto al poner una pastilla de misoprostol en su bebida sin su conocimiento ni consentimiento. Los hechos, que según la mujer ocurrieron en 2023, han salido a la luz para evitar que su exnovio, quien busca una subespecialidad en cirugía plástica, pueda causar daño a otras mujeres de la misma forma.
En un desgarrador video compartido en redes sociales, la expareja de Armando Mansilla relata que su relación comenzó en febrero de 2023, mientras ambos trabajaban en el Hospital Español. Sin embargo, en agosto de ese mismo año, la mujer quedó embarazada. A pesar de que el médico aseguró apoyarla en cualquier decisión sobre el bebé, mensajes de texto de una expareja de Mansilla revelan lo contrario.
En los mensajes, la expareja del médico confiesa que Mansilla no quería tener al bebé y que le había puesto misoprostol en su proteína y después en su agua, con la intención de inducirle un aborto. La denunciante corroboró estos hechos revisando las cámaras de seguridad de un restaurante donde comió con el cirujano, mostrando cómo alteraba su bebida con una sustancia desconocida mientras ella se encontraba en el baño.
Mujer denuncia a su expareja por violencia obstétrica
Además, la denunciante presentó conversaciones de texto con la expareja de Mansilla, así como mensajes de audio del médico admitiendo haber adquirido el medicamento con su receta para provocarle un aborto. A pesar de presentar la evidencia ante las autoridades del Hospital Español, cambiaron a Mansilla de hospital y le permitieron continuar con su especialidad en cirugía general.
El delito de aborto forzado, como indica el código penal de la Ciudad de México, implica la interrupción del embarazo sin el consentimiento de la mujer, con penas de cinco a ocho años de prisión. Esta práctica considerada una forma de violencia obstétrica pone en riesgo la vida y la salud de las mujeres.
