La narcoguerra en Sinaloa ha llegado a un punto crítico, con 80 días de enfrentamientos sangrientos entre dos facciones del Cártel de Sinaloa. La violencia desatada desde el 9 de septiembre ha dejado a su paso casi 500 personas asesinadas en el estado, una cifra alarmante que refleja la brutalidad de esta disputa interna.

Todo comenzó con la traición de los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán a su padrino, Ismael el Mayo Zambada, líder histórico del Cártel de Sinaloa. Esta traición llevó a la captura y entrega de Zambada al gobierno de Estados Unidos el 25 de julio, desencadenando una espiral de violencia sin precedentes en la región.

Los homicidios, secuestros y robos han aumentado de manera exponencial en Sinaloa, con un total de 440 secuestros o levantones y más de mil 200 robos de vehículos.

Los grupos delincuenciales implicados en esta guerra han intensificado sus ataques, incendiando domicilios, restaurantes y hasta clínicas privadas.

En las últimas 24 horas, se reportaron 13 homicidios en la entidad, así como el incendio de dos sucursales de la cadena de restaurantes Ranch Roll y una clínica privada. La violencia parece no conocer límites, con ataques a balazos a plena luz del día y cuerpos carbonizados encontrados en diferentes puntos del estado.

El despliegue del Ejército con 2 mil 800 soldados en la región no ha logrado contener la ola de violencia, que ha paralizado las actividades económicas y sociales en Sinaloa. Restaurantes, clínicas y escuelas han sido blanco de ataques armados, obligando a suspender clases en la mayoría de la capital.

Según las autoridades, los enfrentamientos a balazos han dejado múltiples muertos y heridos, con poblaciones enteras viviendo en constante estado de alerta.

A pesar de los esfuerzos por restablecer la seguridad, la violencia persiste y la población civil se encuentra atrapada en medio de esta narcoguerra.

Las autoridades locales y federales trabajan en conjunto para restablecer la paz en la región, pero el camino hacia la tranquilidad parece cada vez más lejano en esta cronología del terror que ha sumido a Sinaloa en una espiral de violencia sin precedentes.

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