Después 25 años de búsqueda, Carlos Reyes Couvertier, un padre estadounidense, logró localizar a su hija Andrea Reyes en Puebla, México. La joven había sido sustraída por su madre, Rosa Tenorio, en medio de un conflicto legal por la custodia cuando tenía apenas 6 años. A lo largo de los años, el padre mantuvo la esperanza de encontrarla, recurriendo a las autoridades y a grupos de personas desaparecidas para difundir el caso.

Andrea Reyes fue reportada como desaparecida en 1999, el día de su cumpleaños, mientras se encontraba en casa de su madre en New Haven, Connecticut. En ese entonces, la madre no tenía el derecho legal sobre la niña y huyó con ella tras una visita programada. Desde ese momento, el padre no cesó en su búsqueda, a pesar de que las autoridades no lograban avances significativos.

Secuestro y busqueda

Carlos Reyes, un maestro de segundo grado en New Haven, tenía la custodia legal de la menor. Después de que ella desapareció, la policía de New Haven trabajó con el FBI para intentar encontrarla. La policía de la ciudad obtuvo una orden de arresto contra Tenorio por presunta interferencia delictiva en la custodia. La orden sigue siendo válida hasta el día de hoy, pero únicamente dentro de Estados Unidos, señalaron las autoridades.

En la primavera del 2000, funcionarios de Puebla notificaron a las autoridades de Connecticut que Reyes y su madre habían sido localizadas, pero se negaron a tomar cualquier acción, según la policía de New Haven. Los funcionarios mexicanos dijeron que no consideraban el secuestro parental como un delito extraditable bajo un tratado entre México y Estados Unidos, según la policía.

El caso se archivó, a pesar de múltiples visitas a México por parte de Reyes-Couvertier, el trabajo de investigación de la policía de New Haven y el FBI, y los esfuerzos del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados.

Padre encuentra a su hija

En 2023, un detective estadounidense reanudó la investigación. Utilizando pruebas de ADN, las autoridades lograron confirmar que Andrea Reyes, de 27 años, residía en Puebla. La identificación fue posible gracias a la colaboración de grupos nacionales de personas desaparecidas, quienes difundieron fotos y datos sobre el caso a lo largo de los años.

El 12 de marzo de 2025, el FBI reveló que el padre y la hija finalmente estaban en contacto, a través de mensajes de texto y llamadas telefónicas, y que el encuentro en persona estaba próximo. Carlos Reyes expresó su emoción por el reencuentro, aunque señaló que aún quedaban varios pasos por dar en el proceso. «Fue un momento de alegría… pero aún no hemos terminado. Tenemos muchos pasos por dar», comentó.

Andrea actualmente vive en Puebla, y el contacto inicial se hizo a través de sus cuentas personales en redes sociales, como Instagram. Aunque en el año 2000, la Fiscalía Estatal de Puebla había informado sobre la localización de Andrea y su madre, no se procedió con la extradición, ya que se consideró que el secuestro parental no justificaba tal medida en ese momento.

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