El Partido Acción Nacional (PAN) ha convocado a sus consejeros y legisladores para que asistan a la «Marcha por nuestra democracia«, organizada por diversos grupos civiles, el próximo 18 de febrero.
El líder nacional del PAN, Marko Cortés, anunció esta convocatoria durante la reunión plenaria de senadores de su partido, destacando que siempre estarán presentes en movilizaciones sociales que defiendan la libertad y la democracia.
Cortés, sin embargo, aclaró que la participación de los panistas será de manera individual. Debido a que el partido desea evitar acusaciones de Morena de que se trata de un acto anticipado de campaña. Ante esta situación, el dirigente del PAN convocó a una sesión del Consejo Nacional del partido el día anterior, el 17 de febrero, para que los miembros puedan asistir a la marcha.
Durante la rueda de prensa, Cortés también se refirió a las recientes iniciativas enviadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador. El líder del PAN anticipó que su partido no respaldará aquellas propuestas que busquen «atentar» contra el Poder Judicial.
Julen Rementería, coordinador de los senadores panistas, expresó su confianza en que el bloque de contención en el Senado estará unido para rechazar cualquier minuta que llegue con estas propuestas.
En otro tema, Cortés abordó la cuestión de las pensiones. Emplazó al presidente López Obrador a implementar la medida de jubilaciones al 100% para todos los mexicanos. Lo anterior comenzando por los trabajadores del ISSSTE, las enfermeras y los policías. El dirigente del PAN aseguró que esto no requiere de reformas. Sino de una instrucción del presidente y destacó la importancia de que el liderazgo comience por el ejemplo.
Por último, Cortés advirtió que el PAN revisará a profundidad todas las propuestas enviadas por el presidente López Obrador. Pero adelantó que algunas de ellas podrían instaurar «una dictadura» en el país. El líder del PAN señaló que aprobarán las iniciativas que beneficien a México, pero rechazarán aquellas que sean destructivas.
Además, acusó al presidente de distraer a los mexicanos de la grave situación de violencia e inseguridad que atraviesa el país. Atribuyéndola al supuesto pacto del mandatario con grupos delictivos.