El peso mexicano cerró la semana con una depreciación de 1.41% o 23.5 centavos, cotizando alrededor de 16.98 pesos por dólar, oscilando entre un máximo de 17.04 y un mínimo de 16.69 unidades por billete verde.

Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base, indicó que la depreciación de la moneda mexicana se debe a dos factores:

1) Fortalecimiento semanal del dólar estadounidense de 1.05%, de acuerdo al índice ponderado, siendo el primer incremento tras debilitarse 2.46%, durante las dos semanas anteriores y

2) Efecto rebote después de alcanzar el mínimo del año.

“Desde un enfoque técnico, los indicadores sugieren que el mercado está indeciso respecto a la trayectoria del peso, pues se ha apreciado de manera significativa por expectativas y no por fundamentales económicos”, añadió la especialista.

Siller Pagaza advirtió que si la Reserva Federal adopta un tono menos restrictivo en su comunicado o si Jerome Powell indica que han concluido con el ciclo alcista, el tipo de cambio podría seguir disminuyendo.

Por otro lado, el dólar tuvo un repunte durante la semana debido a la publicación de las solicitudes iniciales de apoyo por desempleo en Estados Unidos, que mostraron un mercado laboral sólido en ese país. Esto llevó a especulaciones de que la Reserva Federal podría seguir aumentando las tasas de interés en los anuncios de septiembre o noviembre, después del aumento esperado de 25 puntos básicos el 26 de julio.

La próxima semana contará con indicadores importantes que pueden influir en el tipo de cambio, destacando la inflación para la primera quincena de julio en México, donde se espera una tasa anual del 4.77%.

Además, la Reserva Federal hará su anuncio de política monetaria el 26 de julio a las 12:00 horas, donde se espera un incremento de 25 puntos base. El tono del comunicado y la conferencia de Powell serán aspectos de gran relevancia.

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