En la paradisíaca Riviera Maya, en el hotel Barceló de Playa del Carmen, se ha desatado una polémica que ha llevado a activistas a levantar su voz para demandar justicia por los delfines Plata y Tulagui. Quienes perdieron la vida en circunstancias aún por esclarecer.
Las denuncias de maltrato animal presentadas por un grupo de defensores de los derechos de los animales, han sido el detonante de una investigación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) contra el delfinario gestionado por la compañía Dolphinaris en el hotel Barceló.
Tras los lamentables fallecimientos de los delfines, se han revelado detalles preocupantes sobre las condiciones en la que los cetáceos viven en ese delfinario, catalogado como el más pequeño del país, por lo que activistas que su cierre inmediato.
Este no es el primer incidente de este tipo que se registra en las instalaciones de Dolphinaris
En 2019, tres delfines jóvenes murieron a causa de los maltratos propiciados por el delfín alfa, en un claro indicio de la violencia y las condiciones de encierro en las que se encuentran estos animales.
Las protestas de activistas por el cierre de este delfinario han trascendido fronteras, con manifestaciones organizadas en países como España y Reino Unido.
Polémica en la Riviera Maya, exigen justicia por delfines muertos en hotel Barceló
La indignación ante estos hechos ha llevado a la sociedad a cuestionar la ética detrás del entretenimiento con delfines y la explotación de su naturaleza para el disfrute humano.
Desde Animal Héroes, han destacado la falta de enriquecimiento ambiental en el delfinario del hotel Barceló, así como las condiciones precarias en las que los delfines son obligados a vivir y trabajar a diario para recibir alimento.
La directora de comunicación de la organización, Olivia Escobar, ha denunciado la restricción de comida como método de entrenamiento, lo que supone un maltrato evidente hacia estos animales.
En México, país que alberga alrededor de 34 delfinarios, el caso de los delfines Plata y Tulagui ha puesto en tela de juicio la viabilidad de este tipo de instalaciones.
En Quintana Roo, entidad con al menos 17 delfinarios, el delfinario del hotel Barceló se ha convertido en un símbolo de la controversia en torno al uso de delfines para el entretenimiento humano.
A medida que avanza la investigación de la Profepa y se intensifican las protestas en exigencia de justicia para Plata y Tulagui, la sociedad se enfrenta a la cruda realidad del maltrato animal y la explotación comercial de especies vulnerables.
