Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Puebla llevaron a cabo un exitoso rescate de una joven víctima de secuestro virtual, quien fue liberada de manera ilesa en el municipio de Puebla.
Gracias a la rápida intervención de la policía estatal, se logró frustrar el intento de extorsión y se pudo devolver la libertad a la persona afectada. Todo comenzó cuando operadores del número de emergencias 9-1-1 recibieron un reporte que alertaba sobre la privación ilegal de la libertad de un hombre de 18 años en la zona.
La denuncia detallaba que la familia había recibido llamadas extorsivas en las que se exigía un millón de pesos como rescate para liberar al joven secuestrado. Tras recopilar información y analizar los datos, las autoridades determinaron que se trataba de un caso de secuestro virtual, una modalidad de extorsión cada vez más común en la región.
Ante esta situación, se desplegó un operativo de rescate que condujo a la ubicación de la víctima en un hotel de la colonia Las Hadas. Una vez rescatado, el joven de 18 años fue puesto a resguardo de la Secretaría de Seguridad Pública para garantizar su seguridad.
Posteriormente fue reunido con su familia, poniendo fin a la angustia y temor que habían experimentado. Este exitoso operativo es un claro ejemplo del compromiso y la eficacia con la que las fuerzas estatales trabajan para proteger a los ciudadanos y combatir la delincuencia en la entidad.
Secuestro virtual
El secuestro virtual es un tipo de extorsión telefónica que ha ganado popularidad entre los delincuentes, ya que representa un menor riesgo de ser identificados o capturados al no involucrar contacto físico con las víctimas.
Para llevarlo a cabo, los criminales persuaden a la víctima de abandonar su domicilio mediante engaños telefónicos, haciéndose pasar por miembros de organizaciones delictivas y amenazando con dañar a un familiar si no se siguen sus instrucciones.
A continuación, ordenan a la víctima apagar su teléfono móvil y dirigirse a un lugar específico, como un hotel, donde reciben nuevas indicaciones. Mientras tanto, los delincuentes contactan a los familiares de la víctima, simulando un secuestro real con el objetivo de obtener un pago a cambio de su «liberación».