Preocupa en Acapulco la falta de atención médica
Guerrero.- En medio de la crisis sanitaria que enfrenta Acapulco, la falta de atención médica genera gran preocupación entre la población. La carencia de agua potable y las toneladas de basura expuestas en las calles de la ciudad son un caldo de cultivo para enfermedades como el dengue y la diarrea. Los hospitales y clínicas del municipio, algunos dañados por el huracán Otis, enfrentan serias dificultades para atender a los pacientes.
Laura Gómez, coordinadora del equipo de emergencia de Médicos Sin Fronteras, advierte sobre el riesgo muy alto de brotes infecciosos de dengue y diarrea. Según explica, los daños causados por el huracán a la infraestructura médica, sumados a los problemas de suministro de agua y electricidad, han generado fuertes afectaciones en los servicios médicos.
Las condiciones ambientales actuales, como la acumulación de basura en la ciudad, los deslizamientos de tierra e inundaciones por el desbordamiento de ríos, aumentan la preocupación por la posible propagación de estas enfermedades infecciosas.
El panorama en los hospitales y clínicas es desolador. Los pacientes deben esperar horas en largas filas para ser atendidos. Muchos de ellos se encuentran en camillas en los pasillos de los centros de salud del IMSS, ISSSTE y Secretaría de Salud. Raúl Nava, uno de los derechohabientes afectados, reclama la falta de personal médico y la lentitud en la atención: «¿Dónde está el sistema de salud que prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador? Que venga aquí y vea la realidad, el maltrato, la espera de horas, la falta de doctores. Aquí solo hay cuatro para una fila de más de 100 pacientes. Que el Presidente no se encierre en la base militar, que camine, que venga aquí«.
La situación de salud es complicada en Acapulco
La clínica de medicina familiar del ISSSTE en Acapulco también se encuentra afectada por los daños ocasionados por el huracán Otis. Además de la falta de internet, las citas programadas se han cancelado y todos los pacientes tienen que esperar sin una fecha de atención garantizada.
En las zonas rurales de Acapulco, la situación es aún más grave. Hay comunidades enteras sin médicos ni medicamentos en las clínicas, y ya se han registrado casos de dengue y diarrea debido a la falta de agua potable. Las autoridades han sido cuestionadas por el casi absoluto abandono de estas áreas, ya que la mayor atención se concentra en la costera del puerto.
Margarito Sotero, habitante de la localidad de Oaxaquillas, comenta sobre la situación en el centro de salud de su pueblo: «Desde hace dos meses no hay medicinas ni material de curación; entonces, no sirve de nada (…) Ahora, después del huracán, quedamos peor». Ante esta situación crítica, la Secretaría de Marina ha llevado a cabo dos visitas con personal de salud y proporcionado medicamentos donados por la población civil durante tres semanas.
