El Tribunal Electoral de la Ciudad de México ha tomado una decisión impactante al revocar la instrucción del consejo electoral de la capital, la cual solicitaba al jefe de Gobierno, Martí Batres, el retiro de propaganda política y blanqueamiento de bardas previo a las elecciones de 2024. Esta determinación ha generado un gran revuelo en el ámbito político, ya que el tribunal considera que el consejo electoral excedió sus atribuciones al reglamentar una conducta que no estaba regulada en los preceptos normativos.

El resolutivo, elaborado por el magistrado Juan Carlos Sánchez León y aprobado por unanimidad, establece de manera contundente que los lineamientos del Instituto Electoral de la Ciudad de México son infundados. Todo ello debido a que el artículo 397 del código electoral establece el retiro de propaganda electoral posterior a las campañas electorales, y no antes de ellas o incluso durante las precampañas. Es importante señalar que actualmente no existe un período de precampañas ni campañas, lo que refuerza el argumento de que la instrucción de retiro de propaganda no procede en estos momentos.

Esta determinación ha generado diversas reacciones, tanto a favor como en contra, entre los actores políticos de la Ciudad de México, quienes se encontraron elaborando diversas estrategias de propaganda en vistas de los próximos comicios. La decisión del Tribunal Electoral de la Ciudad de México no solo ha generado un debate sobre el alcance y los límites de las atribuciones del consejo electoral, sino que también ha abierto la puerta a nuevos interrogantes sobre las acciones que se podrán llevar a cabo en términos de propaganda política en futuros procesos electorales.

Ante esta situación, los partidos políticos y los candidatos deberán replantear su estrategia de promoción y propaganda, adaptándose a esta reciente resolución del tribunal.

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