La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha desplegado más de 280 efectivos en Chilpancingo, Guerrero con el objetivo de reforzar las labores de seguridad en la región. Esta movilización forma parte de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública y de la política de cero impunidad del gobierno federal.
En un comunicado emitido por la 35 zona militar, la Sedena detalló que la presencia de estos elementos militares tiene como finalidad principal «inhibir las actividades de la delincuencia organizada».
Estas operaciones se intensificaron a partir del 7 de octubre, un día después del asesinato de Alejandro Arcos Catalán, aunque la información fue dada a conocer al público hasta este jueves, a 96 horas del crimen.
En el comunicado se especifica que el personal militar actúa de manera firme, llevando a cabo labores de disuasión, prevención, patrullajes y reconocimientos para generar un ambiente de tranquilidad en la población.
Violencia en Chilpancingo
Cabe mencionar que este despliegue de fuerzas militares se produce en un contexto de creciente violencia en Chilpancingo, la cual se atribuye a la disputa entre diversos grupos delictivos en la región.
Además, la Sedena y la Guardia Nacional reafirman su compromiso de velar por el bienestar de los ciudadanos y de contribuir, junto al Gobierno de México, en la garantía de la paz y la seguridad en la zona.
Previamente a este despliegue de seguridad, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, se reunió con la primera síndica del Ayuntamiento de Chilpancingo, Jacaranda Argentina Solís, quien actualmente se desempeña como encargada de despacho del Ayuntamiento mientras el Congreso de Guerrero ratifica al alcalde suplente, Gustavo Alarcón Herrera.
Durante la reunión, Salgado Pineda expresó su total apoyo y respaldo al pueblo de Chilpancingo, destacando la importancia de trabajar en unidad y coordinación para abordar las necesidades prioritarias de la región.
Asesinato de Alejandro Arcos
El pasado domingo, el estado de Guerrero se vistió de luto al encontrar la cabeza del recién nombrado alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos. El hallazgo ocurrió en la colonia Villa del Roble, donde su cabeza fue dejada sobre una camioneta blanca, mientras su cuerpo sin vida permanecía dentro del vehículo.
Arcos, quien representaba a la coalición PRI-PAN-PRD, había asumido su cargo el 1 de octubre, en medio de una crisis por las inundaciones provocadas por el huracán John. Sin embargo, su mandato fue truncado en un acto de violencia sin precedentes en la región.
Este suceso se suma a la ola de violencia que azota al estado de Guerrero, donde el pasado 3 de octubre también fue ejecutado el secretario del Ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia, en pleno Zócalo de la capital.