El pasado domingo 05 de mayo, la celebración de una misa en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Río Blanco, Veracruz, se vio interrumpida por la irrupción de elementos de la Guardia Nacional (GN) que ingresaron al recinto para detener a un migrante. Esta acción generó indignación entre las autoridades eclesiásticas y los feligreses presentes.

El Párroco Helkyn Enríquez Báez, en representación del Obispo Eduardo Cervantes Merino y de la comunidad católica, emitió un comunicado denunciando el incidente ocurrido durante la Eucaristía dominical. Según el reporte oficial, los elementos de la Guardia Nacional ingresaron al templo con el objetivo de detener a un joven migrante que buscaba resguardo en la iglesia, lo que obligó a detener la celebración de la misa justo antes de la Plegaria Eucarística para la Consagración.

Ante esta situación, las autoridades eclesiásticas expresaron su rechazo a la intromisión de la Guardia Nacional en un lugar sagrado y exigieron respeto hacia la institución y los derechos humanos. En el comunicado, se hizo hincapié en la importancia de respetar la dignidad de todo ser humano, independientemente de su condición migratoria, y se instó a las autoridades de seguridad a abstenerse de realizar este tipo de acciones en futuras ocasiones.

Además, se hizo un llamado al respeto mutuo entre las instituciones gubernamentales y la iglesia, recordando que el derecho al asilo es un principio fundamental tanto en el ámbito humano como en el doctrinal. Las demandas y exigencias de las autoridades eclesiásticas incluyeron el evitar cualquier acto similar que ponga en riesgo la integridad y el respeto hacia la comunidad parroquial.

Hasta el momento, la Guardia Nacional no ha emitido ningún comunicado oficial respecto a este incidente, generando más incertidumbre entre la comunidad religiosa.

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