Un rescate se llevó a cabo en aguas del mar de Yucatán, donde ocho migrantes caribeños fueron encontrados a la deriva y en peligro de morir. La Secretaría de Marina Armada de México (Semar) respondió de inmediato a la llamada de auxilio y logró salvar a estos ocho valientes individuos.

Los migrantes se encontraban en una precaria lancha de fabricación casera, a 198 millas náuticas al norte del puerto de Progreso de Castro, en Yucatán, cuando fueron avistados por el buque de carga Catherine-Grace, con bandera de las Islas Marshall, que se dirigía hacia los Estados Unidos.

Los tripulantes del buque de carga auxiliaron a los migrantes y dieron aviso a la Guardia Costera de Estados Unidos. Sin embargo, debido a la ubicación de los migrantes, aún se encontraban en aguas mexicanas, por lo que las autoridades estadounidenses notificaron a la Semar para que se encargara del rescate.

Un barco patrulla de la Semar acudió al encuentro del buque a 60 millas náuticas al norte de Progreso, donde realizaron con éxito el traslado de los ocho migrantes a tierra firme, en la base naval ubicada en la comisaría de Yucalpetén.

Una vez en tierra, los migrantes recibieron atención médica de urgencia, donde se descartaron posibles complicaciones que pusieran en riesgo sus vidas. Sin embargo, presentaban signos de deshidratación y hambre, producto de más de 48 horas en altamar tras salir de Cuba.

Finalmente, los migrantes fueron entregados al Instituto Nacional de Migración (INM) para dar seguimiento a su proceso de ingreso al país. Las autoridades evaluarán si serán deportados o si se les otorgará una visa temporal, garantizando así su seguridad y bienestar en territorio mexicano.

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