Oaxaca.- En medio de la desesperación por no poder controlar el incendio que se desató en San Lucas Quiaviní la semana pasada y que se extendió hasta el territorio de San Pablo Güilá, los habitantes decidieron tomar medidas drásticas al retener a siete funcionarios, incluido el Coordinador de Atención Regional de la Secretaría de Gobierno, Donato Vargas Jiménez.

Imágenes que se difundieron en las redes sociales muestran cómo dos delegados de paz, que acudieron al lugar del bloqueo, fueron retenidos y esposados por los pobladores, siendo posteriormente conducidos por la policía municipal a los separos correspondientes.

La situación se tornó aún más crítica cuando el helicóptero de la Sedena que acudió a la zona del incendio tuvo que regresar a la base aérea debido a una falla en los cables de sujeción del helibalde. Esto significó un golpe devastador para los pobladores, quienes veían cómo el fuego consumía cientos de hectáreas y cobraba la vida de cinco comuneros de San Lucas Quiaviní que intentaban sofocarlo.

Ciudadanos de Oaxaca exigen atención de las autoridades al incendio

Después de seis días desde que inició el incendio, el cual sigue expandiéndose y arrasando con bosques, flora y fauna en la zona, los habitantes, junto con cientos de comuneros y personal de dependencias estatales y federales, han realizado esfuerzos sin descanso para controlar la situación. Sin embargo, la desesperación y la tristeza ante las pérdidas humanas y naturales los llevaron a retener a los funcionarios como medida de presión para que los Gobiernos tomen acciones más contundentes en la liquidación del fuego.

A pesar de que el alcalde de San Lucas Quiaviní, Rafael Morales Curiel, hizo un llamado a los ciudadanos para que no bloqueen las carreteras y permitan el paso de las brigadas de apoyo, hasta ayer continuaban los bloqueos en el crucero de San Dionisio Ocotlán. Sin embargo, durante la noche se logró liberar esta vía vital que comunica la capital del estado con la región del Istmo de Tehuantepec.

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