Tres individuos responsables del homicidio de dos niños mazahuas en noviembre de 2020 han sido condenados a 85 años de prisión. La Fiscalía General de Justicia (FGJ) logró obtener una sentencia ejemplar para los culpables de este horrendo crimen.
La noticia fue dada a conocer por el encargado de despacho de la FGJ, Ulises Lara, quien informó que los tres sujetos tuvieron una participación activa en la privación de la vida de los jóvenes mazahuas, llamados Yahir «N» y Héctor «N». La autoridad judicial también ordenó que los sentenciados realicen el pago de indemnización por muerte, gastos funerarios y daño moral a favor de las víctimas indirectas.
Las investigaciones llevadas a cabo por el agente del Ministerio Público de la Coordinación General de Acusación, Procedimiento y Enjuiciamiento comprobó la culpabilidad de los acusados. Se descubrió que los tres individuos mutilaron los cuerpos de los menores y abandonaron sus restos en calles de la colonia Centro, en la alcaldía Cuauhtémoc.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
Los sentenciados, identificados como Baltazar “N”, Édgar “N” y Abel “N”, deberán cumplir su condena en el Reclusorio Varonil Oriente. El crimen ocurrió el 27 de octubre de 2020, cuando los jóvenes desaparecieron en las calles de la colonia Centro. La desaparición fue denunciada dos días después, activando los protocolos correspondientes para este tipo de casos, como la Alerta Amber.
Sin embargo, la madrugada del 1 de noviembre de 2020, la policía preventiva detuvo a Édgar “N” en posesión de tres cajas de plástico que contenían bolsas negras con restos humanos. Fue gracias a esta detención que se pudo confirmar la identidad de las víctimas desaparecidas.
Crimen organizado y drogas
Las investigaciones revelaron que los tres acusados participaron en el homicidio de los niños mazahuas. Además, se logró identificar a Abel “N” como integrante del grupo delictivo “La Unión Tepito”, quien dio la instrucción a Édgar “N” de trasladar los cuerpos a cambio de drogas.
El cateo realizado en un domicilio de la calle República de Cuba arrojó indicios adicionales, como restos hemáticos y prendas de vestir, que fueron analizados por el personal de la Coordinación General de Investigación Forense y Servicios Periciales.
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