La empresa estadounidense Tesla, líder en la fabricación de automóviles eléctricos, anunció que suministrará tecnología para perforar pozos de agua en el área aledaña a su futura gigafábrica cerca de Monterrey, en el norte de México, con el fin de aliviar el estrés hídrico que sufre la región.

El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, se reunió con el gobernador de Nuevo León, Samuel García, y le ofreció apoyo con su empresa de excavaciones, The Boring Company, que cuenta con taladros de alta tecnología que pueden perforar pozos de hasta 2.000 metros de profundidad.

Según García, Tesla se ubicará en una zona entre Monterrey y Saltillo, muy cercana al acuífero Huasteca, que es una fuente potencial de agua para abastecer a la población y a las industrias. El mandatario destacó que Tesla se comprometió a utilizar solo agua residual tratada para su proceso de producción, y que la tarifa que pagará por este servicio financiará las operaciones y el mantenimiento de las plantas de tratamiento.

La gigafábrica de Tesla en Nuevo León tendrá una inversión estimada de 5.000 millones de dólares y generará miles de empleos directos e indirectos

Sin embargo, el proyecto ha generado controversia por el impacto ambiental que podría tener en una zona que ya padece una grave escasez de agua.

El presidente Andrés Manuel López Obrador había rechazado inicialmente la idea de instalar la planta en Nuevo León, pero luego cambió de opinión tras conversar con Musk y recibir sus garantías de mitigar el uso del agua. Los ambientalistas y las organizaciones no gubernamentales han expresado su preocupación por los riesgos que implica perforar pozos profundos y extraer agua de un acuífero sobreexplotado.

Los expertos coinciden en que la llegada de Tesla traerá beneficios económicos y sociales para Nuevo León, pero también advierten que se debe hacer un manejo sustentable del recurso hídrico y promover la reutilización y el ahorro del agua entre la población y las empresas.

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