La comunidad de Rarámuris de Coloradas de la Virgen, ubicada en el municipio de Guadalupe y Calvo en la Sierra Tarahumara, ha enfrentado seis años de desplazamiento forzado debido a la violencia en su territorio. Recientemente, han logrado un significativo triunfo legal: la obtención de un amparo que les permitirá volver a sus hogares con medidas de seguridad adecuadas.

Una sentencia de la justicia federal ha instruido al Gobierno para que realice todas las acciones necesarias que garanticen el retorno seguro de los rarámuris a su territorio. Esto incluye la protección de sus derechos humanos, la reparación de daños, y la provisión de vivienda digna.

A pesar de este avance, las autoridades estatales y federales han impugnado la decisión. No obstante, la comunidad se mantiene resuelta en su demanda por justicia y seguridad para regresar a su tierra.

En una conferencia de prensa en el Centro Nacional de Comunicación Social, se destacó que el asesinato de Julián Carrillo Martínez, defensor de los derechos de la comunidad, en octubre de 2018, marcó el punto crítico que llevó al desplazamiento de los habitantes de Coloradas de la Virgen.

Condiciones actuales y esperanza de retorno para los Rarámuris

Desde entonces, la comunidad ha sobrevivido en condiciones precarias, sin acceso a servicios básicos ni a atención médica adecuada. Han sido objeto de agresiones, hostigamiento, amenazas y robos, además de sufrir el asesinato de al menos 15 miembros desde los años noventa. El amparo ganado simboliza una esperanza para un retorno seguro y digno, marcando el fin de un largo periodo de sufrimiento.

Los Rarámuris han ganado una importante batalla legal por sus derechos. Es esencial que las autoridades acaten la sentencia y aseguren un regreso seguro y digno para esta valiente comunidad indígena de la Sierra Tarahumara.

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