En el marco de las festividades por el aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe ante San Juan Diego, cientos de comerciantes se congregaron en los alrededores de la Basílica de Guadalupe, en la alcaldía Gustavo A. Madero, para ofrecer una amplia variedad de mercancías a los fieles que visitaban el santuario.

Entre las representaciones más comunes que se podían encontrar en las inmediaciones del santuario destacaban las de la ‘Morenita del Tepeyac’, Jesucristo, Juan Diego y San Miguel Arcángel, las cuales adornaban esculturas, collares, pulseras, estampas y playeras. Sin embargo, una figura que llamaba la atención por no ser reconocida por la Iglesia Católica es la de Jesús Malverde.

Conocido como ‘el bandido generoso’ o ‘el santo del pueblo’, Jesús Malverde es un personaje cuyo culto se ha extendido a lo largo de los años, a pesar de no contar con el reconocimiento oficial de la Iglesia. Se le atribuyen historias de generosidad y valentía, así como de acciones delictivas en beneficio de los más necesitados.

En un recorrido por la Basílica de Guadalupe, se pudo constatar la presencia de figuras de Jesús Malverde en diversos tamaños y diseños. Desde bustos de apenas 20 centímetros de altura que se podían adquirir por 30 pesos, hasta estatuas de cuerpo completo fabricadas en fibra de vidrio que alcanzaban los 80 pesos, las opciones son variadas para los devotos que buscaban llevar consigo la imagen del personaje.

Algunas de las representaciones de Jesús Malverde incluían detalles como una hoja de cannabis en la espalda y una base de monedas a sus pies, haciendo referencia a las leyendas que lo rodean. Además, el característico pañuelo que adorna su cuello estaba presente en todas las figuras, independientemente de su tamaño o diseño.

Los precios de las figuras de Jesús Malverde también variaban según el tamaño y los detalles incluidos. Las piezas más costosas alcanzaban los 250 pesos y se presentaban en formatos de busto de unos 30 centímetros de ancho por 55 de alto, o en versiones de cuerpo completo de entre 60 y 70 centímetros de altura.

A pesar de las controversias y las diferencias de opinión sobre la figura de Jesús Malverde, su presencia en la Basílica de Guadalupe como objeto de devoción muestra la diversidad de creencias y prácticas religiosas que se pueden encontrar en México.

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