En los últimos tres meses, el estado de Sinaloa ha sido testigo de una escalada de violencia sin precedentes, dejando un saldo devastador de 500 homicidios dolosos. Desde el inicio del enfrentamiento entre facciones rivales del Cártel de Sinaloa el pasado 9 de septiembre, la tranquilidad en la región ha sido completamente alterada.
Antes del inicio de este conflicto, los homicidios dolosos se mantenían en cifras que oscilaban entre 30 y 40 casos mensuales. Sin embargo, con la llegada de la confrontación entre grupos delictivos, septiembre cerró con un impactante total de 144 asesinatos. Este aumento marcó el inicio de una espiral de violencia que ha mantenido en vilo a la población sinaloense.
Octubre no fue menos devastador, alcanzando un récord histórico de 188 homicidios, mientras que noviembre, a pesar de una leve disminución, no logró contener la violencia y registró 175 casos. Estas cifras reflejan el impacto directo de la guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa en la seguridad de la región.
Aumento de desapariciones
Pero los homicidios no son el único indicador preocupante de la situación en Sinaloa. Las desapariciones también han aumentado de manera alarmante. Antes del inicio del conflicto, se reportaban alrededor de 80 casos mensuales, pero desde septiembre las desapariciones superaron los 150 casos por mes.
La Agencia de Desaparición Forzada de Personas abrió 368 carpetas de investigación entre el 9 de septiembre y el 30 de noviembre, contabilizando 406 víctimas. De estas, 170 personas fueron localizadas con vida y 50 sin vida, dejando un saldo de 186 personas que continúan desaparecidas.
Sin embargo, colectivos de búsqueda han advertido que la cifra real de desapariciones podría ser aún mayor, ya que muchas de ellas no son reportadas por temor a represalias o por la falta de confianza en las autoridades.
Incluso los cuerpos de seguridad del estado no han escapado de la violencia. Desde el inicio del conflicto, se han reportado 9 policías asesinados, algunos de ellos secuestrados previamente y otros emboscados en carreteras y lugares públicos.
En medio de este clima de violencia, han surgido nuevas formas de intimidación, como presuntas amenazas a choferes de plataformas de transporte, advirtiéndoles que de continuar trabajando durante las noches, enfrentarán las consecuencias con los grupos delictivos de la región.
La situación en Sinaloa es crítica y la incertidumbre y el luto se han apoderado de la región. Las autoridades locales trabajan para restablecer la paz y la seguridad en un estado que vive uno de los momentos más violentos de su historia reciente.