El huracán Otis dejó un rastro de devastación en el estado de Guerrero, afectando a 47 municipios con lluvias severas, vientos fuertes e inundaciones. Ante esta situación, el Gobierno Federal declaró zona de desastre natural a estas localidades, con el fin de atender los daños y apoyar a la población damnificada.

La declaratoria fue anunciada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), conforme a la Ley General de Protección Civil y los Lineamientos.

Los municipios declarados zona de desastre por lluvia severa y vientos fuertes son: Apaxtla, Arcelia, Chilpancingo de los Bravo, Cuetzala del Progreso, Eduardo Neri, Florencio Villarreal, General Heliodoro Castillo, Juan R. Escudero, Leonardo Bravo, Mochitlán, San Marcos, Tecoanapa y Tlapehuala.

Por lluvia severa se incluyen: Acatepec, Ayutla de los Libres, Azoyú, Chilapa de Álvarez, Cocula, Copala, Cuajinicuilapa, Cuautepec, Igualapa, Juchitán, Malinaltepec, Marquelia, Quechultenango, San Luis Acatlán, Tixtla de Guerrero, Tlacoachistlahuaca, Tlacoapa y Xalpatláhuac.

Vientos fuertes se encuentran: Coyuca de Catalán, Cutzamala de Pinzón, Petatlán, Pungarabato, Técpan de Galeana, Tlalchapa y Zirándaro.

Por lluvia severa y vientos fuertes, y posterior inundación se agregan: Acapulco de Juárez, Atoyac de Álvarez, Benito Juárez, Coyuca de Benítez y San Miguel Totolapan. Por lluvia severa y posterior inundación se suma Atlamajalcingo del Monte.

Y por inundación pluvial se consideran Iliatenco y Metlatónoc.

Huracán Otis

El huracán Otis fue el decimoquinto ciclón tropical con nombre de la temporada 2023 en el océano Pacífico. Se formó el 25 de octubre al sur de las costas mexicanas y alcanzó la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson. El 28 de octubre tocó tierra en Guerrero con vientos sostenidos de 215 km/h y rachas de hasta 260 km/h.

El fenómeno meteorológico provocó intensas precipitaciones que superaron los 300 mm en algunas regiones del estado. También generó oleaje elevado que afectó a las playas y zonas costeras. Además, causó deslaves, derrumbes e inundaciones que dañaron viviendas, carreteras, puentes y cultivos.

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