Los restos de dos cuerpos humanos fueron encontrados en un predio de cañales cercano al kilómetro 240 del tramo carretero Huixtla-Villa Comaltitlán-Huixtla, a la altura de la aduana Cerro Gordo.
Los cadáveres, identificados como varones y presuntamente migrantes, presentaban impactos de arma de fuego, según informaron autoridades locales.
El hallazgo ha desatado una intensa movilización de los cuerpos policiacos en la zona, quienes han iniciado las investigaciones correspondientes para esclarecer este terrible crimen.
Hasta ahora, se desconoce cuál habría sido el móvil de los asesinatos y la Fiscalía General del Estado no ha brindado información oficial al respecto.
Este hecho recapitula un preocupante contexto de violencia en la región, especialmente hacia la población migrante, ya que el pasado martes, un lamentable suceso ocurrió en la misma ruta, donde militares abrieron fuego contra vehículos que transportaban migrantes de diversas nacionalidades.
Como resultado, seis personas perdieron la vida (cuatro adultos, una niña y un joven) y varias resultaron heridas.
A pesar de las versiones de las autoridades militares y fiscales que alegan una supuesta agresión de los traficantes de personas, activistas y testigos han denunciado que la respuesta de la milicia fue desproporcionada.
Según sus testimonios, los «polleros» intentaban huir y no representaban una amenaza real.
Ante la gravedad de estos acontecimientos, la Iglesia Católica ha alzado su voz de condena y ha instado a las autoridades a realizar una investigación exhaustiva.
Además, han cuestionado la necesidad de la presencia militar en los controles migratorios, dadas las consecuencias trágicas que se han desencadenado.
