Un enfrentamiento entre los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, ocurrido el pasado 4 de enero en el municipio de Chicomuselo, Chiapas, dejó al menos 20 personas fallecidas y cientos de desplazados. La violencia duró alrededor de siete horas, obligando a la población a resguardarse en sus hogares y provocando que algunas familias tuvieran que huir.

Según un comunicado de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, los enfrentamientos entre los sicarios de ambos cárteles generaron un ambiente de miedo e inseguridad en la zona. Se reportó la muerte de dos civiles alcanzados por las balas, aunque los pobladores aseguran que no pudieron recuperar sus cuerpos debido al temor de sufrir agresiones.

Cientos de personas se vieron desplazadas

Ante la violencia desatada, cientos de familias abandonaron sus hogares al día siguiente de los enfrentamientos. Según testimonios de los habitantes, familias de otras comunidades también optaron por dejar sus propiedades debido al temor de ser agredidas o desalojadas de sus casas. Expertos en la zona señalan que intereses relacionados con la minería y el control de la frontera podrían estar detrás de estos hechos violentos.

Esta no es la primera vez que los cárteles generan violencia en la región. A finales del año pasado, sicarios desalojaron a familias de la comunidad de Limonar, obligándolas a buscar refugio en otras localidades y a esconderse en las montañas. Los pobladores acusan que el CJNG mantiene el control de la cabecera municipal mediante retenes, bloqueo de carreteras y revisiones a la ciudadanía.

Las autoridades se mantienen en silencio

La falta de seguridad en la zona ha sido un tema recurrente. Según el informe presentado por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), en Chiapas existen 71 campamentos militares con un total de 8,506 elementos de las fuerzas armadas, incluyendo la Secretaría de la Marina, la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional. A pesar de esto, la sociedad civil denuncia la falta de acción por parte de estas corporaciones para combatir al crimen organizado, no solo en Chicomuselo, sino en otras poblaciones de la región.

Hasta el momento, ninguna autoridad ha emitido comentarios oficiales sobre estos violentos enfrentamientos ni ha proporcionado información detallada sobre la última agresión. Mientras tanto, los pobladores de Chicomuselo y las comunidades cercanas continúan viviendo con miedo y desplazados de sus hogares, en espera de acciones concretas que les brinden seguridad y paz.