Rescatistas hallaron el miércoles los restos de un avión de combate filipino y los cuerpos de sus dos pilotos en una zona montañosa del sur del país. Los pilotos participaban en una misión nocturna contra guerrilleros comunistas. Según fuentes militares, el caza FA-50 formaba parte de un despliegue de la Fuerza Aérea para apoyar a las tropas que combatían a decenas de presuntos guerrilleros del Nuevo Ejército del Pueblo cerca de Cabanglasan, en Bukidnon.

El teniente general Luis Rex Bergante, comandante militar regional, describió la destrucción total del avión, que fue encontrado en la jungla del monte Kalatungan. Fuerzas especiales filipinas localizaron los restos del caza, que quedaron reducidos a escombros. El teniente coronel Francisco Garello, portavoz militar, confirmó el hallazgo de los cuerpos de los dos pilotos, aunque no proporcionó más detalles.

Aunque los pilotos de los jets supersónicos tienen la posibilidad de eyectarse en caso de emergencia, la Fuerza Aérea filipina aún investiga si los pilotos se eyectaron durante la caída del avión. Tampoco se ha determinado la causa del accidente, aunque el FA-50 había sido adquirido por Filipinas de la empresa surcoreana Korea Aerospace Industries hace aproximadamente una década. La Fuerza Aérea está llevando a cabo una investigación para esclarecer los hechos.

A raíz del incidente, los 11 FA-50 restantes de la Fuerza Aérea filipina fueron inmovilizados temporalmente. Filipinas había adquirido 12 de estos cazas en 2015 como parte de un contrato de modernización militar por 331 millones de dólares. Este acuerdo fue el más grande en un programa de modernización que ha enfrentado retrasos por falta de fondos. El gobierno filipino planea comprar otros 12 cazas surcoreanos en el futuro.

El Ejército de Filipinas estima que quedan alrededor de 1.000 guerrilleros comunistas tras décadas de derrotas, rendiciones y conflictos internos. Las negociaciones de paz mediadas por Noruega fracasaron durante el mandato del expresidente Rodrigo Duterte, ya que ambas partes se acusaron mutuamente de violar los acuerdos. En 2023, el gobierno y los rebeldes acordaron reanudar las conversaciones para poner fin a esta larga insurgencia. Sin embargo, aún no se han reanudado bajo la administración del presidente Ferdinand Marcos Jr.

Además de las misiones de contrainsurgencia, los aviones de combate también se utilizan para patrullajes en el Mar de China Meridional y en ceremonias nacionales importantes.

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