En un nuevo episodio de violencia en el país, el lunes 29 de enero se ha convertido en el día más sangriento en lo que va del 2024, con un trágico saldo de 91 personas asesinadas, según los datos revelados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Uno de los estados más afectados en esta ocasión fue Veracruz, con 15 víctimas mortales, entre las cuales destacan los cuerpos desmembrados y abandonados en camionetas en el Puente Tuxpan-México. Ante este horrendo suceso, el gobernador de la entidad, Cuitláhuac García, atribuyó los hechos a un “ajuste de cuentas” entre bandas del crimen organizado, ya que en el lugar se encontraron narcomantas con mensajes pertenecientes a una de estas organizaciones.

Quintana Roo y Estado de México, los otros estados más violentos

Quintana Roo se posicionó en el segundo lugar como uno de los estados más violentos, registrando un total de 11 personas asesinadas, mientras que el Estado de México ocupó el tercer lugar con ocho casos de homicidio doloso.

Cabe destacar que en el informe del SESNSP se mencionó que del viernes 26 al domingo 28 de enero se vivió el fin de semana más violento del año, con un total de 219 casos de homicidio reportados a nivel nacional. Entre estos, 23 ocurrieron en Baja California.

El panorama de violencia no se limitó únicamente al lunes. Durante el resto de la semana pasada, se reportaron seis asesinatos en Nuevo León, cinco en Baja California, Colima y Guanajuato, y tres en Chihuahua. Además, en los estados de Coahuila, Michoacán, Puebla, Sinaloa y Zacatecas se registraron dos asesinatos cada uno, mientras que en Aguascalientes, Jalisco, Nayarit, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas y Tlaxcala se reportó un caso en cada entidad.

Con los 91 asesinatos ocurridos en enero de 2024, la cifra de víctimas por este delito ha alcanzado la cifra alarmante de mil 991, rebasando el promedio de 68.6 casos diarios que se ha mantenido en el país en los últimos tiempos.

La violencia en México continúa dejando a su paso un rastro de dolor y desolación. El gobierno y las autoridades competentes deben redoblar sus esfuerzos para garantizar la seguridad y brindar justicia a las víctimas y sus familias, con el fin de frenar esta incesante ola de violencia que azota al país.

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