1. Has estado en un espacio de cabeza similar antes. Y lo has superado. Puede que no haya sido fácil, pero lo lograste hasta hoy. Y ese era el viejo tú, que no estaba armado con tanta sabiduría y experiencia como lo estás actualmente. Aunque sientas que el mundo te pesa, puedes superar esto como lo has hecho con todo lo demás en el pasado.

2. Está bien si no lo estás haciendo bien. La fuerza no significa pretender que estás bien cuando no lo estás. La fuerza no significa hacer malabarismos con veinte cosas diferentes a la vez porque te aterroriza decepcionar a alguien. La fuerza real requiere honestidad contigo mismo. Está bien admitir cuando estás luchando. No eres sobrehumano. Vas a luchar aquí y allá, y no tienes que esconderlo del mundo.

3. No puedes conquistar todos tus problemas a la vez. Necesitas tomar las cosas un paso a la vez, un día a la vez, un minuto a la vez. A pesar de que puede estar muy preocupado por todas las cosas que necesita hacer para el final de la semana, no puede hacer todo a la vez. Divide tus tareas en partes manejables. Piense en un plan. Y luego trabaje en lo que pueda en este momento sin preocuparse por todas las cosas en las que no  está trabajando. Siéntete orgulloso de ti mismo por cada poquito que logres.

4. No eres el único que se siente así. Aunque sientas que estás solo en una isla, no eres el único que está pasando por estas emociones. Muchas personas están luchando, incluso personas que conoces, incluso personas que parecen estar perfectamente bien por fuera. Nunca sientas que hay algo mal contigo, o que todos los demás pueden hacer frente a las situaciones mejor que tú. No eres el único que experimenta este tipo de dolor.