Acepta tus bajos y deja ir la positividad tóxica
Los altibajos son una parte normal de la vida cotidiana, desde estar lleno de energía hasta tener ganas de quedarse en la cama hasta el mediodía.
Tal vez sea el clima o tal vez el ciclo lunar, pero he estado en el extremo «bajo» del espectro la semana pasada. Al parecer, no soy el único.
Compartir dónde estamos mentalmente no es quejarse. Es ejercitar nuestra humanidad.
Cuando negamos nuestros sentimientos y nuestras emociones desagradables, simplemente los estamos enterrando, solo para resurgir más tarde. Nuestras emociones, nuestras historias y nuestros altibajos no están destinados a ocultarse, están destinados a ser tratados.
«¡Buena vibra solamente!» ¡y se feliz!» son lindos y todo, pero ¿qué se supone que debemos hacer con las malas vibraciones? ¿La depresion? ¿La ira? ¿El miedo? ¿Se supone que debemos cubrirlo con estampados pastel y agregar algo de brillo? ¿Seguimos enmascarando el malestar para complacer a alguien más?
La positividad tóxica generalmente no se trata de la persona que está pasando por la emoción, pero tiene mucho que ver con las personas que los animan a «¡sonreír!» o para “¡estar agradecido!” ¿Por qué? Los hace más cómodos.
Podemos estar agradecidos y aun así estar tristes.
Podemos tener un mal día y estar emocionados por el día de mañana.
Cómo nos sentimos en el momento no determina cómo nos sentiremos en el próximo.
Tal vez hay personas que son naturalmente sol y arcoíris, pero supongo que la mayoría de nosotros no lo somos. Acepto mis estados de ánimo. Puedo ver la luz a través de la oscuridad. No tengo que empaquetar mi dolor en una sonrisa y una fachada; porque hay algo poderoso que podemos hacer con la incomodidad.
Aunque creo que es una pérdida de tiempo decirle a alguien que “simplemente sea positivo”, no creo que estar deprimido sea algo negativo. Nuestros estados de ánimo nos ayudan a determinar lo que va bien y lo que va mal en nuestras vidas. Cuando las cosas cambian, dejan espacio para algo diferente. Si ya no vamos en cierta dirección, se nos da la opción de cambiar nuestro camino.
Si podemos usar nuestros problemas y convertirlos en potencial, ya sea una oportunidad de aprendizaje o una nueva idea, el mundo puede comenzar a aceptar lo negativo, porque es entonces cuando ocurre el verdadero cambio.