Adiós al orgullo
Siempre creí que la idea de tener orgullo dignificaba mi carácter, sin embargo, no fue así.
El orgullo me terminó consumiendo el corazón hasta no poder más.
Pero este soy yo reuniendo el coraje para tragarme mi orgullo, compartiendo las palabras en mi corazón sin reservas.
Por lo que ahora, no me da miedo admitir que lo siento, me dejo sentir, amito mis sentimientos y emociones ante las circunstancias.
Este soy yo despojándome de mi fachada de perfección, confiando en ti para que me abraces en mi momento de necesidad, para que me ames en cada momento de angustia hasta que mi corazón se sienta completo nuevamente.
Este soy yo diciéndote cómo me siento realmente. Este soy yo expresando lo que mi mente sabe pero mi corazón oculta, mi deseo apasionado de que conozcas cada parte de mí.
Expongo la profundidad de mis crecientes emociones, correspondiendo el cuidado, la calidez y la amabilidad que derramas sobre mí, los sentimientos que parece que nunca puedo expresar.
Este soy yo trascendiendo el miedo y tomando coraje, entregándote las partes más duras de mi corazón y esperando que las ablandes.
Me trago mi orgullo de una vez por todas, revelando mis defectos sin pedir disculpas, compartiendo mi corazón y anhelando tu aceptación incondicional a cambio.