Hacerte amigo de la ansiedad significa reducir la velocidad, reconocer tu dolor y escuchar a tu cuerpo con autocompasión. 

“No puedes detener las olas, pero puedes aprender a surfear.”— Jon Kabat-Zinn

Podemos escuchar ideas una y otra vez, luego un día alguien lo dice de cierta manera y hace clic. Al compartir mi viaje de ansiedad, desde  tratar de «arreglarlo»  hasta  la curación somática  y  la autocompasión  , espero que algo haga clic.

1. Reconocer la ansiedad

Todos tenemos ansiedad como parte de nuestro viaje humano, un recordatorio de nuestra humanidad compartida.

Tenemos que empezar por reconocer y acoger su presencia.

Superar la ansiedad es como decirse a sí mismo que no está bien sentirse o ser uno mismo: insensible e inútil.

Nos gusta alejar la ansiedad con vicios. Una vez dibujé una caricatura de mí mismo viendo la televisión con una burbuja de pensamiento: «Jaja, no tengo que lidiar con mis emociones».

Hacer a un lado las emociones desagradables no las cura.

2. Sentarse con ansiedad

La mayoría de las situaciones no son tan malas como las pintamos. Nuestras  historias  y  juicios  nos causan dolor y ansiedad.

La ansiedad activa nuestras emociones y miedos centrales, la necesidad de control, supervivencia y amor.

Después de aterrizar, podemos separar la situación de nuestra respuesta y ver la situación más claramente.

Estar con tu ansiedad se siente difícil, y no queremos empezar. Se siente mucho más atractivo correr hacia la comodidad o tratar de “arreglarlo”.

Intento abrirme camino a través de la ansiedad con lógica;  está bien, mis pensamientos están acelerados. Parece que me siento inseguro o inadecuado. Repetiré un mantra, respiraré profundamente, haré meditación o yoga, y desaparecerá.

Necesitamos combinar un enfoque lógico con la experiencia sentida.

La ansiedad se manifiesta como energía atrapada en nuestros cuerpos. Necesitamos reducir la velocidad y liberar la energía ansiosa. Es más fácil decirlo que hacerlo.

me frustro Estoy haciendo todo lo correcto, entonces, ¿por qué esto no funciona? ¿Por qué no puedo estar tranquilo ya? He estado tomando respiraciones profundas desde hace un tiempo.

Se necesita tiempo y práctica para desarrollar la fe en su capacidad para sentir y sanar a través de la ansiedad. Nuestra cultura tecnológica nos brinda una gratificación instantánea, por lo que esperamos que todo suceda rápidamente.

Nuestros cuerpos funcionan de una manera más lenta y fluida. Nuestros cuerpos requieren más escucha, aceptación y respiración intencional para sentirse equilibrados.

3. Escuchar la ansiedad

Nuestra ansiedad nos alerta sobre información importante. Cuando disminuimos la velocidad y escuchamos, podemos preguntarnos qué necesitamos para sentirnos mejor acerca de la situación.

Habla con la energía ansiosa de tu cuerpo: “¿Qué más me queda por saber?”

Mi cuerpo a menudo me recuerda que  disminuya la velocidad  y  tome respiraciones más profundas . Me recuerdo a mí mismo que cuento con los recursos necesarios para manejar esta situación.

Me sentí ansioso por escribir este blog. Al observar mis pensamientos, me di cuenta de que tenía miedo de compartir mi oscuridad y de no sentirme lo suficientemente bueno.

Al escuchar mi cuerpo, aprendí que necesito permitirme ser vulnerable y abrazar el proceso creativo. También puedo tomar medidas para hacer que el proceso sea más agradable y crear seguridad para mi hijo artista.

4. Fomento de la confianza

La ansiedad proviene de sentirse fuera de control. Sentimos que una situación, o nuestras emociones, se han vuelto inmanejables, y eso nos asusta mucho.

La ansiedad es energía inteligente bloqueada en nuestros cuerpos. Podemos hablar con las partes de nuestro cuerpo donde nos sentimos tensas y podemos mover la energía bloqueada a través de nuestro cuerpo.

Mi entrenador de vida somática me guió a través de un ejercicio: observe los lugares de su cuerpo donde siente tensión cuando está ansioso. Luego identifique cómo se siente la confianza en su cuerpo y dónde.

Con conciencia, puedes mover suavemente la energía de regreso a un lugar de confianza.

Aprendí que la sabiduría de mi cuerpo sabe cómo manejar cada situación que encuentro. Necesitamos estar muy relajados y presentes para aprovechar nuestra sabiduría interior.

El uso del procesamiento somático ,  junto con un enfoque lógico, me ha ayudado a sentirme más en sintonía con mi cuerpo y aceptar la ansiedad.

5. Hacerse amigo de la ansiedad

La ansiedad es parte de nosotros y debemos valorar las formas en que nos ayuda. Necesitamos cuidar nuestro cuerpo, contar una nueva historia sobre la ansiedad y encontrar estrategias.

Para muchos de nosotros, la autocompasión no es algo natural.

Crecimos en entornos críticos e hipermasculinos que nos han hecho juzgarnos a nosotros mismos.

En una conferencia de autocompasión, la Dra. Kristen Neff compartió un ejercicio: imagina que un amigo está pasando por un momento difícil. ¿Cómo responderías? Luego imagínese pasando por un momento difícil. Compara las respuestas.

La mayoría de nosotros somos más duros con nosotros mismos, usando un tono de juicio. Estamos más dispuestos a ser amables y solidarios con nuestros amigos en sus momentos difíciles.

Al comprender nuestra ansiedad, cuidar nuestro cuerpo y escuchar nuestras necesidades, podemos desarrollar la autocompasión, haciéndonos seres humanos más sanos, resistentes, agradables y equilibrados.