La mayoría del tiempo tus pensamientos van a mil por hora cada día y el 95 por ciento son repetitivos. 

Tus pensamientos crean tu realidad.

Su mente subconsciente no piensa en términos de pasado, presente o futuro. Tampoco conoce la diferencia entre lo que es real y lo que no es real. Simplemente acepta lo que le dices. 

Tus palabras te moldean y moldean. Hacen que formes tus creencias y de ahí surgen tus acciones. Para crear un negocio y una vida que ames, debes convertirte en un guardián de las palabras que elijas. Plante las mejores palabras, con las mejores intenciones y el mejor resultado posible en sus pensamientos en cada momento del día. 

Es bueno saber lo que quieres. No puedes alcanzar una meta si no sabes a dónde quieres ir.

Pero si el querer hace que te apegues a sentimientos negativos de “ser menos que”, o “no lo suficientemente bueno”, o “fracaso”, entonces no progresarás hacia la meta.

Para conseguir lo que quieres, tienes que tenerlo claro y luego dar el siguiente paso. Esto requiere valentía. Y afirmación. y claridad. 

Cada vez que haga una declaración de «Quiero», reformule eso en una nueva declaración que comience con «Yo soy». Al entrenar tu mente para que vuelva a enfocar tus palabras en «Yo soy», atraerás lo que eres, no lo que quieres. 

Finalmente, cuando dices “Yo nunca…” te estás abriendo a la energía de la víctima invitando a más de eso a tu vida. Al enfocarte en lo que no tienes, no estás viviendo en el campo de infinitas posibilidades. Estás pidiendo más de lo mismo.

Reemplace los pensamientos de “yo nunca” con pensamientos positivos. Por ejemplo, en lugar de decir: «Nunca encontraré un trabajo que pague bien y sea gratificante», diga: «Soy digno de todo lo que el universo tiene para ofrecerme y más».