Quiero que me escuches claramente: las cosas no mejoran de inmediato. 

Siempre toman tiempo.

Pasar de experiencias dolorosas puede llevar días, semanas, meses e incluso años. No es fácil, y no es algo que puedas superar de la noche a la mañana. Tienes que ser paciente con tu corazón y ser amable con tu alma.

Pero no leas esto y te asustes. No creas que nunca volverás a estar bien. No te preocupes por el futuro ni te dejes desgarrar por lo que sucedió en el pasado. Solo piensa en tu presente. Piensa en lo que necesitas hacer ahora para salir del agujero negro en el que te encuentras.

Porque la vida es dura y seguir adelante es a veces lo más difícil de hacer. Pero eso no significa que finalmente no llegarás a la cima donde inhalas y todo lo que sientes es calma, porque llegarás a esta cima, donde siempre quisiste estar.

Date espacio y tanto tiempo como tu corazón necesite.

La curación es complicada y la vida es como un largo día escolar; donde sigues adquiriendo nueva información y continúas teniendo experiencias, tomas lecciones y absorbes diferentes tipos de tristeza y alegría contigo a medida que avanzas. Y a veces te sientes pesado, como si tuvieras grilletes alrededor de los tobillos y una roca de arrepentimiento sobre tus hombros. Y a veces, tu alma se siente gentil y tu corazón late como una suave brisa. 

Pero no mejora instantáneamente, especialmente cuando sufre angustia, pierde amigos o vive en un hogar destrozado. Especialmente cuando experimentas el tipo de dolor en el que vacías el contenido de toda la felicidad de tu vida en un océano de desesperación y no sabes cómo salir de él.

Las cosas toman tiempo y créanme cuando les digo que este tiempo podría ser entre semanas y años, así que, por favor, sean tiernos consigo mismos. Llegarás a donde debes estar algún día. Pero recuerda, siempre obtienes la felicidad que te mereces cuando estás destinado a hacerlo. No cuando es demasiado pronto y no cuando es demasiado tarde, solo cuando es el momento adecuado.