Aquí está lo gracioso del destino, no le gustan los mentirosos. Los expone eventualmente. Les devuelve su karma malicioso y envía pequeños mensajeros de la verdad para decirles o mostrarles exactamente la verdad detrás de estas mentiras.

Así que confía en mí cuando digo que después de cada engaño, la verdad saldrá a la luz. La verdad sobre esa persona, la verdad sobre sus mentiras y la verdad sobre cuánto significaste realmente para ella.

Las personas que te engañan solo se engañan a sí mismas porque eventualmente no podrán huir de la verdad, la verdad que han estado evitando. No pueden huir de sus demonios o de sus defectos. No podrán usar la máscara del engaño por mucho tiempo porque olvidan un factor muy importante, olvidan que las personas eventualmente se quitan las vendas de los ojos, su intuición entra en acción, comienzan a ver los verdaderos colores, huelen las mentiras y finalmente alejarse cuando han tenido suficiente.

Si alguien te engañó, dice mucho de ellos, no de ti. En todo caso, deberías estar feliz de que ya no estás asociado con alguien que no puede ser real consigo mismo o con las personas. Deberías estar feliz de no estar más en presencia de alguien que no puede ser genuino, vulnerable o sincero. 

Las personas que disfrutan engañando y manipulando a los demás son por las que realmente deberías sentir lástima. No han reunido el coraje para descubrir quiénes son realmente y trabajar para ser mejores personas. No han reunido la fuerza para pelear sus batallas internas o curarse a sí mismos. 

Eligieron la salida fácil. La manera más débil de lidiar con los problemas. Eligieron la negación y la creación de una realidad falsa para vivir en lugar de enfrentarse a la real. Decidieron manipular a las personas en lugar de amarlas porque tienen miedo de que nadie las ame como realmente son, que nadie se quede si les quitan sus dulces naderías y sus encantos falsos. 

Pero cada engaño es una confirmación de Dios de que este camino no es para ti, que estas personas no son para ti, que aquellos que te engañan necesitan sanar sus propios problemas antes de que realmente puedas confiar en ellos o amarlos. Cada engaño es una confirmación de Dios de que estás buscando la felicidad en el lugar equivocado. El engaño es la forma en que Dios te redirige para que puedas seguir encontrando tu verdad. Lejos de los que siguen huyendo de los suyos. Aléjate de aquellos que piensan que son demasiado inteligentes para engañarte y tal vez incluso se ríen de eso con sus amigos. Se regodean en romperte, pero solo se están rompiendo a sí mismos y esa es la verdad más triste de todas: cuán rotos están realmente.

Porque después de cada engaño, esquivas una bala y vuelve directamente a ellos. Rompiendo el vidrio que usaron para cortarte y en cambio los hiere a ellos. Después de cada engaño, te curas mientras ellos permanecen rotos .