El poder de declarar tus intenciones
“Sé genuino con tus intenciones”, una frase que aconsejo constantemente a los demás y algo por lo que trato de vivir con seriedad.
Tus intenciones deben ser claras siempre, apesar de que otras personas lo entiendan.
Vivimos en un mundo un tanto cruel, en el que las relaciones tóxicas y las promesas incumplidas parecen ser la nueva norma.
¿Porqué es eso? Por qué toleramos personas y situaciones que solo nos traen dolor, que solo nos hacen daño.
¿Por qué algo tan simple como decirle a alguien lo que realmente queremos de ellos es tan dolorosamente difícil de hacer?
No deberíamos sentir la necesidad de sacrificar nuestros estándares y expectativas solo porque alguien no puede y no quiere estar a la altura de lo que defendemos porque la verdad es que ha trabajado muy duro para conformarse con menos de lo que realmente merece.
No dejes que alguien te manipule haciéndote pensar que tienes que conformarte para ser feliz, no es así.
Prefiero ser feliz solo que comprometer mis estándares para estar con alguien que no pondrá ni la mitad del esfuerzo que yo hago.
Dicen que toda relación exitosa necesita confianza y comunicación, pero lo que algunas personas no incluyen es la capacidad de ser honesto acerca de tus intenciones, sean las que sean.
A veces, todo lo que realmente necesitamos es alguien que esté dispuesto a ser sincero con nosotros, alguien que no tenga miedo de decirnos cómo se siente realmente.
Lo vales. Seguro que nadie te debe nada, pero eres lo suficientemente digno como para que alguien te diga que es importante para ti, que eres alguien a quien temen perder.
A veces, todo lo que realmente necesitamos es alguien que esté dispuesto a ser sincero con nosotros, alguien que no tenga miedo de decirnos cómo se siente realmente.
Lo vales. Seguro que nadie te debe nada, pero eres lo suficientemente digno como para que alguien te diga que es importante para ti, que eres alguien a quien temen perder.
A veces, todo lo que realmente necesitamos es alguien que esté dispuesto a ser sincero con nosotros, alguien que no tenga miedo de decirnos cómo se siente realmente.
Lo vales. Seguro que nadie te debe nada, pero eres lo suficientemente digno como para que alguien te diga que es importante para ti, que eres alguien a quien temen perder.
No todo el que llama a tu puerta tiene la intención de entrar.
A veces solo están allí para dejar un paquete, tal vez se perdieron en el camino y necesitan orientación, o tal vez simplemente tocan con el fin de ver quién abre la puerta.
No todo el que llama a tu puerta tiene la intención de entrar.