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2. No compares tu historia con la de nadie más. La comparación es un ladrón de alegría. Tu camino es único y construido específicamente para ti por el universo y Dios. El hecho de que alguien más haya marcado algo en su línea de tiempo y tú no lo hayas hecho, no significa que estés atrasado o que te falte. Simplemente no es tu momento todavía. Y si una puerta no se abre, no es tu puerta.
4. Sé más que suficiente para ti. Sea completo por su cuenta. La mejor manera de poner algo bueno en el mundo y en la vida de los demás es cuando estás en tu mejor momento.
6. No te aferres al pasado. No guardes rencores. No tienes que perdonar a alguien para seguir adelante. No necesitas una disculpa para encontrar tu paz interior. Solo necesitas entender las lecciones que el universo y Dios necesitaban que vieras. Reflexiona, aprende, crece y sé como Elsa de Frozen y déjalo ir.
8. Invierte en experiencias y en personas. Las cosas materiales van y vienen y solo pueden brindarte una satisfacción momentánea. Puedes comprar cosas nuevas todo el tiempo, pero es tu tiempo el que no recuperarás. Úsalo sabiamente haciendo lo que amas, con las personas que amas.
10. Tu vida se convierte en tu obra maestra cuando aprendes a estar en paz. Deja ir la noción de que todo encajará en su lugar te traerá paz.