Sé que parece que todo el progreso se ha descarrilado.

Sé que parece que el mundo se ha derrumbado sobre sí mismo y nunca más volverá. 

Sé que parece que estabas a punto de tenerlo todo junto y luego, de repente, te lo quitaron.

Sé que parece así porque, en algún nivel, es así.

A esto es a lo que nos referimos cuando decimos que es importante ahorrar, prepararse, anticipar que nuestras vidas pueden no desarrollarse tan linealmente como asumimos.

A esto nos referimos cuando decimos que cuando la marea retrocede, vemos lo que hay justo debajo de la superficie.

Los disruptores tienen un propósito en la vida, y cada generación trata con al menos uno. Nos sacan de nuestros estados inconscientes (nuestros hábitos, nuestros patrones, nuestras rutinas, nuestra normalidad) y nos alientan a comenzar de nuevo.

Tenemos la oportunidad de repensar todo, finalmente descansar profundamente y regresar a las partes de la vida a las que vale la pena regresar.

Hay lecciones que aprenderemos en esta temporada que no podríamos ni habríamos sabido de otra manera. Hay ideas que serán plantadas ahora y regadas en una revolución de cambio.

La gratitud renacerá.

La apertura renacerá.

renaceremos.

No porque estemos ciegos a lo que sucede a nuestro alrededor.

Sino porque vemos tan claramente.