Si realmente  quieres estar satisfecho  con tu vida,  realmente deberías  reducir tus expectativas. El mundo está oscuro. Sueña en la oscuridad, pero prepárate para despertar.

Luego, conviértete en un experto en hacer los movimientos. En hacer lo necesario para mantener las luces encendidas. En comprometerse con las cosas y seguirlas con vigor. En cultivar una brújula moral compasiva y cincelada sin compromiso.

Si quieres estar a gusto, debes cuidarte bien. Tome descansos de las pantallas, mueva su cuerpo, coma alimentos saludables que le gusten y desarrolle una camaradería cercana con otros terrícolas.

Te lo prometo:  

No necesitas un salario de $250K/año, ni una casa de $1 millón, ni un anillo de $25K, ni una segunda casa. No necesita un título importante o un automóvil importado de lujo. Solo necesitas lo suficiente. Suficiente es fácil si sabes cómo cuidarlo, cultivarlo, devolverlo y apreciarlo.

No  tienes  que tener un matrimonio que no quieras, ni muebles que no te gusten, ni gente que no te sirva, ni un trabajo que no te satisfaga. No tienes que tomar siempre la foto perfecta tuya en la pose perfecta, con el atuendo perfecto, con la luz perfecta.

Si lo haces bien, la gente confiará en ti con cosas más grandes y mejores, y tendrás el honor de rechazarlas o decidir si son correctas. Más de lo incorrecto siempre se convierte en menos. Vive con sencillez, ama profundamente.

Si realmente quieres  estar satisfecho,  no hace falta un tiro a la luna. Se necesita hacer lo correcto, y las pequeñas cosas, una y otra vez, hasta que se vuelve habitual. Pequeñas alegrías en repetición. Excelencia rutinaria.

Para experimentar tu plenitud, debes estar satisfecho con el vacío. No puedes saltarte las lecciones. No se puede rodar a través de las señales de alto.

El mundo está oscuro. Depende de ti mantener las luces encendidas. Eso es lo que te hace brillar.