Nota personal: mereces sanar
Para el lector: la persona detrás de la pantalla, tú, mereces sanar, la que sufre un dolor inimaginable desapercibido para quienes la rodean, que necesita saber que alguien la está escuchando, que se siente perdida, asustada e insegura de lo que le depara el futuro.
Esto es para ti, mereces sanar.
Mereces amor.
Mereces sentir algo tan poderoso, despertarte con el olor a café recién hecho, ver el atardecer sentado frente al amor de tu vida y un amor tierno; el amor que has buscado toda tu vida.
Te mereces amor propio.
Nadie puede amarte como tú. Solo piensa en ello. Todas las veces que has sobrevivido, todas las luchas que has enfrentado, todo el dolor por el que has luchado: estabas solo. No estabas luchando por otra persona, estabas luchando por ti. Tienes tanto amor por ti mismo, de lo contrario no habrías dado tanta pelea. Tómate el tiempo para mostrarte lo agradecido que estás.
Te mereces lo mejor.
Te mereces todo lo que este mundo tiene para ofrecer, para experimentar todo lo hermoso que alguna vez has soñado. La vida no está solo en los libros de cuentos, cariño, está ahí fuera. Estar.
Mereces mejorar.
Mereces liberarte de las cadenas que tu cuerpo te ha puesto. Eres más de lo que enfrentas. De hecho, eres mejor y más fuerte por ello. Eres valiente y brillante, y todo lo que hagas en esta vida será gracias a toda la fuerza que te han dado tus luchas. Mereces sanar. Sigue diciéndolo hasta que lo entiendas.
No merecía que me trataran como si no importara.
De hecho, te mereces lo contrario. Tú sí importas. Importas tanto que el mundo no puede encontrar una lente lo suficientemente poderosa para verte. Eres más brillante que las estrellas, mi amor, y sí importas.
No merecía ser lastimado, ni siquiera por mí mismo.
Dilo una y otra vez hasta que lo digas en serio: merezco ser amado, merezco ser amado, merezco ser amado.