Para aquellos que no pueden superar la tormenta incluso después de que termine
28/10/2022 - Hace 2 años en MéxicoPara aquellos que no pueden superar la tormenta incluso después de que termine
Reprimimos a ese niño interior, vamos en el metro, escuchamos la misma vieja lista de reproducción, fingimos ser felices frente a amigos y compañeros de trabajo y pensamos «¿Por qué soy así?»
Un miércoles por la tarde, lloré con mi terapeuta porque tenía miedo tanto de lo bueno como de lo malo de mi pasado, presente y futuro. Claro, la vida es «buena» en este momento, pero ¿y si todo se derrumba? ¿Qué pasa si mis ataques de pánico son en realidad solo una intuición muy fuerte? ¿Por qué siempre pienso en el pasado?
Me odié por no poder encontrar la paz en la verdad que merecía sentirme en paz al amar y al reír.
De repente, estaba tratando de funcionar como una persona neurotípica con esta ansiedad, trauma, sentimientos de soledad y renuencia a decirle a alguien que evitara parecer débil o necesitado.
Abrazaría a las personas que amo, pero tan pronto como me sintiera cómodo, me diría a mí mismo: No tienes idea de lo que sucederá el próximo año, o incluso en los próximos meses. No te pongas demasiado cómodo.
Hay una diferencia entre estar solo y sentirse solo. Tan parecidos, pero tan diferentes: prácticamente podrían ser mellizos.
Me sentí como un ser humano terrible por permitir que mi vida fuera pensada de esa manera. Especialmente porque la vida realmente me estaba yendo bien. De repente, mis esfuerzos por fomentar relaciones amorosas, por fomentar una mentalidad más saludable, por sanar, fueron abismales.
Pero no estoy hastiado. El tiempo es una ilusión; la curación es disfuncional y desgarradora a veces. Para aquellos que no pueden superar la tormenta incluso después de que termine, recuerden que acaban de dejar de sufrir.
Como adultos, se espera que vivamos la vida olvidando a ese niño interior que necesita amor y tranquilidad para saber que hay un arcoíris después de la tormenta, para saber que estarás más que bien.
Después de todo el dolor, hay una razón por la que nuestro niño interior llora pero aún tiene esperanza y amor incondicional: esas emociones son innatas, están destinadas a sentirse.
Temer a la humanidad, a ti mismo y a la vida es elegir escucharla. El miedo que literalmente te grita en la cara, tratando de ocultar su susurro: “Soy inseguro, patético e inútil, pero sabes que la miseria ama la compañía”.
La vida es corta; el sufrimiento es más corto si lo dejas ser. Gracias a Dios, incluso el tiempo no se conoce a sí mismo.