La gente cree en ti porque, incluso, cuando no crees en ti mismo, te mueves. Con toda tu alma te mueves de alguna manera, siempre encontrando tu camino hacia donde perteneces.

Incluso, si donde estás no es donde quieres estar, encuentras paz allí. Incluso cuando miras hacia atrás, todavía miras hacia adelante. Cuando dices adiós, siempre estás ahí.

No te das por vencido con la gente, incluso cuando una y otra vez la gente se da por vencida contigo. La gente cree en ti porque cuidas a los otros más que a ti mismo. El mundo dice que primero te cuides a ti mismo, pero no siempre piensas de esa manera porque eso es lo que eres.

Eres un cuidador nato y un sanador de corazones. La empatía ha sido tallada en tus huesos. El dolor trató de tomarte, pero lo hiciste escapar.

Encontraste compasión en medio de eso porque nunca quieres que nadie sienta el dolor que tienes. Has sido el ángel de alguien todo el tiempo. Desinteresado no es un sustantivo lo suficientemente fuerte para ti.

Haces que la gente crea en sí misma, ¡gracias por eso! Algunos pueden decir que eres ingenuo porque intentarías encontrar algo bueno en un prisionero, pero yo diría que eso es admirable.

Tu corazón está completamente abierto, volando con pura belleza y dulzura que toca los corazones de más de lo que sabes. Quien eres es el cálido amarillo de un girasol. Eres cálido y la gente viene a ti sin siquiera darse cuenta. Es difícil apartar la mirada de alguien cuya luz llena una habitación.

Puede que a veces no te gustes a ti mismo, pero eres muy agradable. Puede que no veas tu belleza, pero otros sí. No cambies quien eres por alguien que sabes que no está destinado a estar en tu vida. No cambies quien eres para encajar en el mundo.

Tu mente y tu cuerpo encajan perfectamente en el espacio en el que te encuentras, siempre perteneces al espacio en el que estás.

Mantente fiel a quien eres porque te necesitamos. Siempre hemos necesitado a alguien exactamente como tú. Eres exactamente lo que necesitamos.