Tu dolor importa, que nadie minimice tu sentir.

Tu dolor importa aún cuando crees que exageras.

Incluso si otras personas han experimentado «peor».

Incluso si otra persona que pasó por la misma experiencia no se siente debilitada por ella.

Incluso si «podría haberse evitado».

Incluso si sucedió hace mucho tiempo.

Incluso si nadie lo sabe.

Tu trauma es real y válido y te mereces un espacio para hablar de ello.

No es desesperado ni patético ni busca llamar la atención.

Es autocuidado.

Es inconcebiblemente valiente. 

E independientemente de la magnitud de su lucha, se le permite cuidar de sí mismo procesando y descargando parte del dolor que carga.

Su experiencia importa.

Y tu curación importa. 

Nada ni nadie puede quitar eso.